El 20 de noviembre del año pasado fue la última vez que el Estadio Nacional abrió sus puertas para el fútbol. Ese día se enfrentaron Universidad de Chile con Ñublense, por la final de la Copa Chile. Los azules vencieron por 1-0 al conjunto chillanejo y se quedaron con el trofeo ante más de 40 mil espectadores. Desde ese tarde pasaron 74 días para que el recinto de Ñuñoa estuviera a disposición nuevamente.
Eso sí, la razón de tanta distancia en el tiempo no tiene que ver con que el coliseo no estuviera disponible, sino que con el tardío inicio de la temporada 2025 del balompié criollo. Y justamente serán los azules los que abran los fuegos en esta cancha, cuando este domingo, a las 20.30, se midan ante Magallanes por la segunda fecha del Grupo G de la Copa Chile.
Este año también promete ser una instancia histórica para el coloso ñuñoíno, que el pasado 4 de diciembre cumplió 86 años, ya que por primera vez en su historia cambiará completamente su césped, para dar paso a una superficie híbrida, donde se combinará el pasto natural con un pequeño porcentaje de pasto artificial.
“Desde el Ministerio del Deporte seguimos trabajando para avanzar por ese camino, y hemos estado viendo diversos ejemplos en otros países, respecto a avances tecnológicos en diversas disciplinas. Uno de los casos que hemos conocido de cerca, respecto a canchas híbridas, es el estadio Más Monumental de Buenos Aires, Argentina. La alternativa que hoy estamos proyectando para el coliseo del Parque Estadio Nacional es 95% césped natural y 5% sintético, que esperamos se transforme en un aporte para la actividad deportiva del país”, señaló hace unos meses el ministro del Deporte Jaime Pizarro, en entrevista con El Deportivo.
Dentro de sus beneficios, este tipo de canchas entrega mayor estabilidad, ayuda a reducir el riesgo de lesiones y también permite que la superficie tenga una mejor resistencia frente a otros usos, como los que se producen en el Nacional con la realización de conciertos y otros eventos masivos.
Si bien en un comienzo se había proyectado el inicio de las obras para enero de este año, finalmente estos trabajos quedaron programadas para la parte final del primer semestre. Los mismos cambios se implementarán en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso.
Los preparativos
Mientras el Nacional aguarda por este revolucionario cambio, igualmente se realizaron trabajos de mantención y mejoramiento en la actual superficie del campo de juego. Israel Castro, director nacional del Instituto Nacional de Deportes, explica en qué consistieron estas obras que la dejaron en un muy buen estado para la práctica del deporte.
“El proceso de recuperación del césped del Coliseo Central avanza según lo planificado, con mejoras significativas en densidad, dureza, color y nivelación del terreno de juego. Podemos entregar la certeza que la cancha estará en óptimas condiciones para el retorno del fútbol al estadio, tal como ocurrió durante todo el 2024. Además, seguirán conviviendo en el Parque Estadio muchos deportes de manera paralela, lo que lo convierte en el gran punto de encuentro de la familia chilena”, adelanta la autoridad.
Este domingo, el Estadio Nacional inicia un año histórico.