Jaime Vera (56) está contento. El entrenador atiende el llamado de La Tercera y lo primero que destaca es que hace mucho que no vivía emociones como las que experimenta durante estos días. Su equipo, el OFI Creta de Grecia, logró mantenerse en la Primera División tras una definición dramática de la promoción, en la que se impuso al Platanias (también de Creta) en el sexto minuto de tiempo agregado.

¿Cómo vivió la obtención de la permanencia?

Fue muy emocionante. Estábamos ganando y nos empataron en los descuentos. Con ese resultado, el equipo bajaba directamente. Logramos hacer el gol al final. Fue una locura. La gente se metió a la cancha. Hace mucho tiempo que no vivía una emoción tan grande.

Por suerte su equipo mantuvo el espíritu de combate.

Bueno, cuando nos empataron todo el mundo se vino abajo. Fue terrible. El partido estaba controlado. Por suerte pudimos ganar. Luchamos cuatro meses para sacar al equipo de la situación en que estaba. Logramos meternos al repechaje y enfrentamos a un muy buen rival. Fue muy disputado.

Logró el objetivo tras empezar con ocho partidos sin ganar...

El inicio fue complicado. Nos costó. Llegamos y encontramos un equipo abatido, que estaba mal en muchos sentidos. Logramos sacarlo adelante. No pudimos salvarnos directamente, pero lo hicimos en repechaje. Eso nos deja satisfechos y motivados para lo que viene en el futuro.

¿Qué fue lo más difícil? ¿Le costó entrar con su idea?

El idioma complejiza todo. Yo hablo griego, pero no tanto, y con eso no basta. En el equipo tengo jugadores de Dinamarca, Suiza, Francia, Costa de Marfil, Holanda, Portugal, Brasil y Argentina. Tenemos que hablar de todo un poco: español, un poco de inglés, griego… Es una mezcla importante y hacer entender la idea al grupo fue muy difícil. Además, llegamos y cambiamos el sistema, la metodología... Había jugadores que no estaban preparados para sostener el ritmo. Nos costó encontrar el equipo. Pero todo se fue arreglando en el camino. Al final ganamos partidos que parecían imposibles.

¿En esta circunstancia se jugaba también su reputación?

Por suerte tenía un buen pasado acá. Quedaron lindos recuerdos de mi etapa como jugador, pero ahora venía en otra faceta. Había que salvar al equipo. Si no lo hacía, la gente iba a culpar a este cuerpo técnico, pese a que no formamos el equipo. Pero tomé el riesgo. Nuestro trabajo acá tiene una gran dimensión y tal vez en Chile la gente no lo sabe.

¿Y ahora qué viene para usted?

Tengo contrato por dos años más, pero ahora estoy con el problema del permiso de trabajo. La UEFA me ha pedido muchos antecedentes. Para poder entrenar tienes que tener más de cinco años de experiencia en Primera División. Es riguroso el tema con los extranjeros acá. He tenido que estar recopilando antecedentes. Es probable que tenga que ir a Suiza a alguna entrevista, pero ha sido un tema demostrar que soy un DT clase A, con recorrido, con presencia en la Selección… Ha sido una cosa más con las que he tenido que luchar.

¿Y cómo proyecta el futuro?

Me quiero quedar, que formemos un buen equipo y hacer una buena temporada. Hemos tenido buenas críticas desde que llegamos. El equipo cambió. Se han visto los frutos del trabajo y eso ha sido reconocido. Ahora queremos pelear más arriba. Hay que hacer una buena pretemporada y tener buenas contrataciones.

Valoración local

¿Se siente más valorado allá que acá en Chile?

Sé cómo son las cosas en Chile. Allá se reconoce poco a los técnicos chilenos. Queríamos que nos fuera bien por lo mismo. Si descendíamos todos se iban a quedar con eso, con el supuesto fracaso, sin saber qué había al medio. Pudimos representar bien a los chilenos en el extranjero. Yo no espero reconocimiento. Y el respeto que tenemos acá lo ganamos como jugadores y ahora lo cultivamos como técnicos.

¿Siente menosprecio del medio chileno?

En Chile me fue bien y mis equipos fueron reconocidos. Siempre se ha destacado el trabajo en mis equipos. Con eso basta y sobra. No siempre se reconoce a los que nos son campeones, pero creo que me ha ido bien como entrenador.

¿Se ve volviendo pronto?

No tengo ganas de volver. Quiero quedarme acá y ojalá harto tiempo. El club está preparando una buena pretemporada, con viajes y varios partidos. Estamos motivados y contentos. Con la idea de aprovechar eso y seguir haciendo nuestro trabajo. Además disfrutando la posibilidad de vivir en un país hermoso, con mucha cultura.

Se le escucha entusiasmado...

Eso pasa cuando sientes que hay mucho por ganar. Hay grandes expectativas de crecimiento. Mi sueño era salir y dirigir afuera, y se está cumpliendo muy bien. Nos hemos codeado con gente de todo el mundo y eso siempre es positivo.

¿Está dando pasos adelante en su desarrollo como DT?

He crecido mucho como profesional. Es un desafío enorme hacerse entender. En la última charla les comenté a los jugadores que creía haber mejorado en el idioma y los invité a recordar la primera vez que hablamos, cuando les dije, con pocas palabras, que necesitábamos trabajo y mentalidad para que nos fuera bien. Todos se acordaban de eso. Tuve que empezar con un lenguaje simplificado para hacerme entender. Los muchachos entienden la idea y la aplican bien. Eso es lo que me queda a la larga. Eso a uno le llena el alma y el espíritu. Estoy realmente muy entusiasmado con lo que viene.