No es Cristiano ni Messi. Tampoco Lewandowsky ni menos De Bruyne. El jugador de moda en Europa es un egipcio de 25 años que juega en el Liverpool. Su nombre es Mohamed Salah y los relatores de la Premier League lo llaman Mo.

Este fin de semana, el extremo marcó por quinto partido consecutivo en la victoria de los Reds sobre el Bournemouth, llegando a los 30 goles en 32 encuentros de Premier (40 en 45 juegos en lo que va de temporada). Tuvo que pasar una década para que el fútbol inglés tuviera un futbolista que anotara esa cifra en un solo ejercicio (el último fue Cristiano con el United en el curso 2007-2008).

Estrella del sorprendente Liverpool que se metió en semifinales de la Champions tras eliminar al City, Salah es un caso atípico dentro de la élite del fútbol europeo. Esta temporada llegó al equipo de Klopp por 42 millones de euros proveniente de la Roma. Se trata de su segunda experiencia en la Premier tras un discreto paso por el Chelsea hace tres años. Junto a Firmino y Mané, es parte de un tridente ofensivo de miedo que ya suma 82 goles en lo que va de temporada y que ha liderado la gran campaña que tiene a su equipo entre los mejores de Europa.

Rápido, encarador y con gran facilidad de remate, Salah es el primer futbolista africano en alcanzar los cuarenta goles en el fútbol europeo, dato que lo ha transformado en ídolo máximo en su natal Egipto, donde en las últimas elecciones presidenciales su nombre apareció en miles de papeletas nulas.

En marzo, Salah fue elegido por cuarta vez como el mejor jugador del mes de la Premier y se ha transformado en objeto de deseo. Klopp ya comenzó la campaña para retenerlo, asegurando que el egipcio es feliz en Liverpool y que es en ese club donde tiene las mejores chances de brillar gracias al estilo de juego.

Clasificado al Mundial de Rusia con su selección, el ariete vive un presente de ensueño que espera coronar alcanzando la final de la Liga de Campeones en la llave frente a la Roma, su ex club. Es Mo, el jugador internacional de moda.