Universidad de Chile perdió la racha. El invicto fue quebrantado por Universidad Católica, que se impuso 2-1 en el Clásico Universitario. Un deslucido conjunto azul fue superado por el cuadro cruzado y desaprovechó una importante oportunidad para escaparse en la cima del Campeonato Nacional.
La molestia en la U fue general. Los jugadores lo reflejaron tras el cierre, pues fueron a reclamarle al árbitro Cristián Garay. Los cuestionamientos también vinieron por parte de Gustavo Álvarez.
El técnico argentino realizó su análisis y, a pesar de la derrota, valoró lo realizado por los azules: “El equipo hizo un buen partido, desde el inicio arrancamos muy bien, sostuvimos la presión todo el primer tiempo, hasta que Católica salió a jugar y empezar a dividir”, señaló en la transmisión oficial.
Además, “venía destacando el carácter del equipo, hoy no se vio en el resultado, pero sí en lo que mostró el equipo, me deja la misma tranquilidad de siempre”, sostuvo.
Los dardos de Álvarez
Eso sí, dejó de lado su característica parsimonia y mesura. Álvarez apuntó directamente contra Ignacio Tapia, asegurando que el jugador no le comunicó con anterioridad de una molestia que ya arrastraba: “(Su lesión) me cambió (la planificación)”, partió diciendo.
“Tenemos que ser más cuidadosos con eso. (Ignacio) Tapia arrastraba una molestia desde ayer, que me enteré en el momento del partido. Tenemos que ser más cuidadosos con eso puertas adentro”, añadió. Finalmente, cerró con un fastidio evidente: “Me sorprendió y me molestó”.
En conferencia de prensa, Álvarez continuó con su explicación: “Con respecto a la lesión de Tapia, hubiera preferido un procedimiento más prolijo, haberme enterado antes. Es una situación que tenemos que resolver puertas adentro”, comenzó.
“Respecto al partido, me parece que el equipo arranca muy bien. Destaco la presión y la intensidad. No le permitimos jugar al rival, ni en salida ni en juego, hasta que decide no jugar más y dividir. No sufríamos sobresaltos tampoco, teníamos la claridad para dominar el trámite de punta a punta, en un partido muy intenso, con muchos fouls y muy entrecortado”, añadió.
También puntualizó en cómo afectó el repentino cambio en la oncena: “Después vino el gol, en un duelo que tiene Retamal con Aravena, que engancha para adentro y termina pateando. David hizo un buen partido, pero lo que habíamos entrenado era que Zaldivia vaya con Aravena en ese tipo de jugadas y que Tapia juegue contra el otro Tapia, en un duelo de pelota al espacio de un zurdo nuestro. David se enteró que iba a jugar cinco minutos antes”, dijo.
“Si bien entrena para jugar en esa posición, la mente de un futbolista que juega como titular y como alguien que va al banco, no es lo mismo. No lo considero un error de Retamal y sí una virtud de Aravena, pero habíamos entrenado otra cosa”, continuó. “Cuando uno cuida todos los detalles, el margen de improvisación se reduce muchísimo. No soy un técnico de improvisar en la semana de trabajo. Esto fue un acto de irresponsabilidad”, explicó.
El técnico siguió con su cuestionamiento, pero aseguró que no fue el motivo por el que la U perdió el invicto: “Fuimos 17 al banco. Hubo un jugador que podía haber estado y desde lo futbolístico me podría haber dado una solución. Debe ser de las ligas sudamericanas que hay menos jugadores en la banca. Yo voy con uno menos y damos ventaja por todos lados (...) Hoy perdimos por cuestiones futbolísticas. Ir con 17, con un jugador menos, son cosas que se pueden prevenir, pero no perdimos por eso. Nosotros tenemos cuestiones futbolísticas que mejorar”, sentenció.