Corría el minuto 72 del encuentro entre Universidad Católica y Universidad de Chile, cuando Alfonso Parot cometió un grosero error. El lateral jugó una pelota corta en la salida y le sirvió en bandeja a Cristian Palacios un gol que fue crucial. La anotación sentenció la llave de cuartos de final de la Copa Chile y selló la eliminación cruzada, descartando un nuevo objetivo.

El tetracampeón del fútbol chileno quedó muy lejos de alcanzar la clasificación a la Copa Libertadores, que era la gran meta del club luego de los pobres resultados del primer semestre. Los cruzados venían en alza. La mejora física, psicológica y futbolística era evidente, y poco a poco parecían quedar atrás los fantasmas del pésimo arranque de temporada. Sin embargo, un nuevo bajón complicó las aspiraciones del elenco dirigido por Ariel Holan.

Hasta antes de las Fiestas Patrias, la UC sumaba cinco victorias consecutivas e incluso alcanzó a estar ocho encuentros sin conocer la derrota. No obstante, la buena racha se acabó y ahora acumulan cuatro duelos sin salir como vencedores, lo que los aleja del objetivo de clasificar al certamen más prestigioso del continente. La Copa Chile ya no es opción y la distancia con los tres primeros, que clasifican al torneo, parece ser difícilmente alcanzable, por lo que conformarse con un puesto en Copa Sudamericana es una opción cada vez más realista.

Tanto el técnico como el directorio de Cruzados son conscientes de que se trata del final del ciclo más exitoso en la historia del club, con cuatro torneos largos de Primera División ganados de forma consecutiva, hecho inédito en el fútbol chileno. Por eso, ambas partes ya se encuentran trabajando en una profunda renovación del camarín, que involucrará la salida de varios pilares y símbolos del tetracampeonato.

Alfonso Parot intenta redimir su error antes del gol de Cristian Palacios. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Mala conformación del plantel

Una de las claves en el decaimiento en el nivel del equipo es el deficiente mercado de fichajes que realizó la institución comandada por Juan Tagle. Luego de concretar el tetracampeonato, el objetivo era reivindicarse en una faceta donde el rendimiento había dejado mucho que desear: el plano internacional. Pero no tuvieron el éxito deseado.

Sin embargo, el propósito no fue acorde a la disposición que el elenco precordillerano tuvo para conformar su equipo. El mercado fue bastante sobrio, austero, por no decir pobre. A pesar de que se concretaron fichajes que permitieron alargar el plantel, no se logró entregar un salto de calidad que permitiera mejorar lo propio.

Sebastián Galani fue uno de los fichajes de Universidad Católica para esta temporada. FOTO: ATON

Los fichajes que llegaron a inicio de temporada fueron desilusionantes. De Nehuén Paz, Sebastián Galani, Lucas Melano, Cristián Cuevas, Nicolás Peranic y Yamil Asad, solo los últimos tres continúan en la UC. El defensor llegó con la compleja responsabilidad de reemplazar a Valber Huerta y sus pergaminos indicaban que podría realizar un buen cometido, pero no fue así. El volante, en tanto, fue mal recibido desde el inicio al provenir de la U, por lo que no logró tener muchas oportunidades y las que tuvo no las aprovechó. Mientras que el argentino nunca logró hacerse un espacio en el equipo. A meses de haber llegado ninguno sigue en el elenco precordillerano.

El resto no ha sido preponderante. El único que logró sumar una cantidad de minutos considerable fue Cuevas, quien tuvo la mala fortuna de lesionarse de gravedad cuando se estaba acoplando al plantel.

Las incorporaciones de principio de año no lograron cuajar y no fue hasta el mercado de invierno que llegaron los “calados”. Mauricio Isla y César Pinares irrumpieron en un equipo que estaba lejos de su mejor desempeño. Ambos se lucieron en sus primeras presentaciones con la franja, pero con el pasar de las semanas su rendimiento se niveló hacia abajo. Gary Kagelmacher, por su parte, ha sido el más regular y un verdadero aporte en la zaga.

Lucas Melano fue otro de los refuerzos que no logró consolidarse en el club. Foto: Universidad Católica.

Etapa cumplida

En otro sentido, hay algunos de los estandartes del tetracampeón que están lejos de su mejor nivel. Luciano Aued, Germán Lanaro, Raimundo Rebolledo y Alfonso Parot no han logrado rendir como en antaño y parecieran haber cumplido una etapa. Sus buenas actuaciones ahora solo forman parte del recuerdo cruzado.

El volante argentino pasó de ser uno de los puntales de los títulos de la UC a tener un 2022 derechamente malo. Ya el 2021 había sido muy opaco individualmente. Un problema cardiaco lo alejó de las canchas el primer semestre de esta temporada y, si bien su nivel ya venía en descenso, desde que volvió a jugar ha mostrado su peor versión. Tanto así, que para la revancha con la U, en El Teniente, ni siquiera fue citado. “Decisión técnica”, sentenció Holan. Su contrato termina a fin de año lo más probable es no que no siga.

En tanto, el lateral izquierdo ha tenido una estancia irregular desde que volvió en 2019, alcanzando su mejor nivel en el segundo semestre de 2021, pero este año ha estado alejado de todo eso. Muy al debe, con errores groseros, esta fue una de sus temporadas más bajas. Aún tiene contrato por todo 2023. Sin embargo, la UC tiene avanzada la incorporación de Eugenio Mena en su puesto.

El caso del lateral derecho y el central son de los más notorios también, ya que su rendimiento es claramente deficiente. Fueron titulares en el comienzo del ciclo, pero luego su rendimiento decayó muchísimo, a tal punto, de que este año prácticamente ni siquiera han sido considerados en las citaciones.

Catuto se estancó y es muy probable que se vaya a préstamos, mientras que el zaguero nacionalizado chileno ha estado buena parte del año lesionado y cuando le tocó jugar no ha estado a la altura. Buena parte de la crisis cruzada el primer semestre con Cristian Paulucci se debió a una seguidilla de penales cometidos por el excentral de Palestino, que definitivamente cumplió un ciclo. Su vínculo termina en diciembre.

Finalmente, hay algunos que han estado bajo las expectativas. Fabián Orellana, por ejemplo, estuvo meses sin jugar y también ha estado lejos de lo esperado. Juan Leiva es otro caso. El volante no ha logrado mostrar el nivel con el que brilló en Unión La Calera y, si bien suele estar en los planos estelares, no ha logrado convencer del todo, con la complicidad de las lesiones. Ambos también pueden salir en este mercado.

A todos se suma José Pedro Fuenzalida. El Chapa, capitán de los cruzados, ya anunció que el próximo año no seguirá en Universidad Católica. Una salida que simbolizará, sin duda, el fin del ciclo más exitoso del equipo de la franja, que hizo historia al conseguir el único tetracampeonato anual del fútbol chileno.

Fabián Orellana fue expulsado sobre el final del duelo entre Universidad Católica y Universidad de Chile. FOTO: MARCO MUGA/AGENCIAUNO.

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