Argentina obtiene el triunfo soñado. En el Maracaná, vence a Brasil y confirma que se trata de la mejor selección del planeta. De paso, acaba con el invicto del Scratch como anfitrión en las Eliminatorias. Sus jugadores, encabezados por Lionel Messi, se quedan en la cancha, celebrando con los hinchas argentinos, que al comienzo del duelo tuvieron que soportar el duro trato de los locales y de la policía. La alegría es desbordante. Los futbolistas, de hecho, entonan junto a los fanáticos una serie de cánticos que aluden al caído enemigo. Los seguidores del anfitrión emprenden, silencioso el camino a casa.
Para aumentar el mito, comienza a circular la información de que el astro del Inter Miami jugó lesionado ante el Scratch. Otro elemento para engrandecer su leyenda. Sin embargo, poco después, es otro Lionel, Scaloni, el que detona una bomba: el técnico que condujo a la Albiceleste a su tercer título mundial deja entrever la posibilidad de dejar su puesto.
¿El fin de la Scaloneta?
¿Qué hay detrás del posible fin de la Scaloneta? Lo aclara el propio inspirador de la singular denominación que recibió la escuadra argentina desde que la asumió el ex jugador de Newell’s y Estudiantes de La Plata, quien llegó al arco en 2018, como interino, después del fracaso de Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia. El casildense renunció al puesto y al exmediocampista, vinculado entonces al fútbol juvenil no le quedó otra que aceptar la responsabilidad. El respaldo de los jugadores, encabezados por Messi, y, sobre todo, los resultados, fueron afianzándole en un puesto con el que sueñan buena parte de los técnicos en el mundo.
Ahora, sin embargo, el adiós parece una posibilidad concreta. Scaloni acusa desgaste. “Tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Estos jugadores me han dado un montón, nos han dado un montón a todo el cuerpo técnico y necesito pensar. Necesito pensar mucho qué voy a hacer”, sostiene en la conferencia de prensa posterior al duelo ante la Canarinha.
Luego, intenta acotar el anuncio. “No es un adiós ni mucha cosa pero necesito pensar, porque la vara está muy alta y está complicado seguir y está complicado seguir ganando y estos chicos lo ponen difícil. Toca pensar este tiempo. Se lo diré al presidente, se los diré a los jugadores después, porque esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posible y que esté bien”, manifiesta ante el impacto de quienes le escuchaban.
De sus jugadores, expresó la mejor opinión posible. “Siento un enorme orgullo de dirigir a estos chicos. Estoy orgulloso de tener un grupo así porque la vara está muy alta. El otro día perdimos y volvimos a competir, que es lo que queremos y les pedimos. Compitiendo de esta manera ellos saben que son una Selección difícil que son un grupo que se apoya mutuamente. Es un orgullo poder dirigirlos”, planteó después del Maracanazo.
Diferencias y recambio
Para los hinchas, Scaloni se ha transformado en intocable. El triunfo sobre Brasil añade una explicación más para esa condición. Pero los dirigentes han tenido la osadía de cuestionarle algunos aspectos. A modo de ejemplo, en TyC Sports recuerdan que la renovación de su contrato, que ahora se extiende hasta el Mundial de 2026, no fue sencilla y que el entrenador terminó resignando en parte sus pretensiones económicas. El mismo fenómeno había acontecido antes de la consagración en Qatar 2022.
Mientras la dirigencia alista el plan para intentar convencerle de que continúe, considerando que la agenda no se detiene y que la próxima prioridad es la Copa América que se realizará el próximo año en Estados Unidos, en el país transandino buscan motivos para explicar el drástico anuncio. Se espera que Claudio Tapia, el presidente de la AFA, tome protagonismo en los acercamientos.
Pese a que los momentos del ciclo han sido mayormente felices, pues incluyen títulos en la Copa América de 2021, en la Finalissima y en el Mundial, hay quienes postulan que el desgaste comienza a pasar factura. Y también reparan en otro proceso: el inevitable final de una generación gloriosa, tal como le sucede a Chile. Figuras como Messi, Ángel di María o Nicolás Otamendi cruzaron la barrera de los 35 años. Fideo, de hecho, anunció que dejará la Selección después de la Copa América. Aunque en un medio como el transandino las opciones de relevo resultan más amplias, lo concreto es que encontrar jugadores de excepción, como el caso de La Pulga, es un ejercicio titánico.