El Flaco resucita
A los 80 años, César Luis Menotti, campeón mundial en 1978 y paladín radical del fútbol técnico y virtuoso, nuevo director de las selecciones argentinas.
César Luis Menotti vuelve a la selección argentina. Ya no a la banca, como en 1978, cuando logró el título del mundo, con Mario Kempes como figura. O como al año siguiente, cuando con Diego Maradona como figura celebró el título global a nivel juvenil y comenzó a erigirse en una escuela, en un modelo que predica el fútbol técnico y vistoso en contraposición al resultadista. El Flaco será el director de las selecciones trasandinas.
A los 80 años, Menotti asumirá un cargo que no es decorativo, ni mucho menos. El patriarca del fútbol transandino será el segundo en la línea de mando vinculada a la Albiceleste. Solo el presidente de la AFA, Claudio Tapia, quien ayer lo presentó a través de la cuenta en Twitter de la organización, estará sobre él en las decisiones. "Bienvenido a su casa, César", posteó la entidad, que ilustró el mensaje con una imagen en la que Tapia le estrecha la mano en señal de recepción.
Menotti, por ejemplo, tendrá injerencia en decisiones claves, como la organización de partidos amistosos. Sin embargo, la determinación más trascendente que tendrá que afrontar este año será la permanencia de Lionel Scaloni como entrenador del combinado, después de la Copa América de Brasil, el plazo que se le asignó cuando dejó de ser el entrenador interino que reemplazó a Jorge Sampaoli.
Además, tendrá que estar cerca del plantel que lidera Lionel Messi, pero también funcionará como nexo entre la dirigencia y los entrenadores de los distintos combinados nacionales.
En todas esas funciones tendrá que compatibilizar con otro campeón del mundo, Jorge Burruchaga, mánager de la selección transandina desde antes del Mundial de Rusia. Menotti está claro, tendrá un poder mayor.
En Argentina tampoco aseguran que el ex compañero de ataque de Diego Maradona en México 86 se mantenga en el puesto más allá de febrero, el mes en el que Menotti asumirá en propiedad sus nuevas tareas.
Antes de su designación, siempre en el estilo mesurado que le caracteriza, el entrenador había criticado decisiones de la AFA y del propio Scaloni. A su nuevo empleador, por ejemplo, lo fustigó por organizar un amistoso ante Brasil en Arabia Saudita en lugar de llevarla a provincias. Y al entrenador, un simbolismo: la idea de reservarle el 10 a Messi.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.