La Champions League cambia. Desde la presente temporada, ya no se jugará con el tradicional formato. Ahora es con 36 equipos, en lugar de los 32 que integraban los grupos. Cada uno de los elencos jugará contra ocho rivales, cuatro partidos como local y cuatro de visita. En esta etapa, los ocho primeros de la tabla pasan directamente a octavos de final. Los 16 siguientes, entre el noveno y el 24°, tendrán que jugar un playoff para avanzar. Luego viene la ronda de 16 mejores y ahí todo vuelve a la normalidad.

Pero esta nueva forma no tiene a todos contestos. En Liverpool, por ejemplo, no dudan el alzar la voz. “Para los aficionados es increíble. Pero a veces nadie pregunta a los jugadores qué piensan sobre añadir más partidos. Tal vez nuestra opinión no importe en absoluto”, disparó Alisson Becker.

El guardameta, que lleva varias temporadas siendo figura en la escuadra de la ciudad donde nacieron los Beatles, se lanza contra las autoridades del fútbol. “Lo que queremos es dar lo mejor por el fútbol. Si estás cansado, no puedes competir en el más alto nivel. Lo que quiero es dar lo mejor en todos los partidos que me toque jugar, pero necesitamos una solución para eso y no parece que una buena solución esté cerca por el bien del fútbol y de los jugadores”, manifiesta.

Alisson con su medalla.

De todas formas, se muestra contento por estar de retorno en la máxima competición de clubes en el Viejo Continente, ya que en el curso pasado no habían clasificado. “Jugar la Champions League fue una de las razones por las que vine a Europa desde Brasil. No poder jugar la temporada pasada fue duro”, reconoció.

Ya han habido otras protestas en el pasado. La FIFPro (Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales) se mostró en contra la elevada carga de trabajo, en un calendario excesivo y que en 2025 será más intenso. Según un informe publicado por la entidad gremial, algunos futbolistas disfrutan solo del 12% del año natural como tiempo libre, lo que equivale a menos de un día completo a la semana. Además, advirtió del riesgo del calendario, con más partidos en torneos europeos y el Mundial de Clubes de 2025, sumado a la participación de cada uno en sus respectivas selecciones. Puso de ejemplo al uruguayo Federico Valverde, del Real Madrid, quien puede tener hasta 80 partidos por temporada.

La Champions League cambia. Foto: AP/Khalil Hamra

El trasfondo

El rediseño de la Champions tiene un motivo. Es una respuesta a las inquietudes que impulsaron a varios de los clubes grandes, liderados por el Real Madrid, a promover la creación de la Superliga. Esta idea de campeonato, siendo Florentino Pérez (presidente del club merengue) uno de los grandes precursores, se convirtió en una sombra que ha perseguido al fútbol europeo, con la intención de agrupar a los grandes y así generar más recursos.

El cambio de formato implica una mayor cantidad de partidos y más juegos entre potencias (y que se celebren antes). Por ejemplo, en la primera jornada habrá un Milan vs. Liverpool y un Manchester City vs. Inter. En el caso del Real Madrid, el más ganador y el campeón vigente, deberá enfrentar en la Fase de Liga a Borussia Dortmund (22 de octubre), Milan (5 de noviembre) y Liverpool (27 de noviembre). Por su parte, el City de Pep Guardiola tendrá como rivales al Inter (este 18 de septiembre), Juventus (11 de diciembre) y PSG (22 de enero de 2025).