El plantel de Unión La Calera está furioso. El desenlace del partido frente a Santos, en Brasil, aún los tiene buscando explicaciones. Sobre todo, por la serie de irregularidades futbolísticas y luego extradeportivas que se produjeron durante y después del duelo. Lo del final del duelo es lo que más reclaman los cementeros. “Faltando seis segundos, se juegan 12 minutos más”, reclamaron después del compromiso.
Ni el transcurso de las horas ha disminuido la rabia. “Lo que se vivió anoche en la cancha de Santos, fue una vergüenza para el fútbol. Nunca habíamos visto semejante injusticia y poco respeto al sacrificio y esfuerzo que puso todo un club”, consigna el plantel calerano, a través de una declaración pública que sus futbolistas comparten en sus cuentas en las redes sociales. .
Luego, abordan nuevamente la queja que habían evidenciado al término del duelo. “Resulta increíble analizar el tiempo que añadieron al final del partido, donde, a solo cinco segundos del término, los jueces optan por seis minutos más. No tiene ninguna lógica ni sentido común”, insisten.
“Tierra de nadie”
Igualmente grave, para el equipo que dirige Federico Vilar, es lo que aconteció después del encuentro, cuando el volante Matías Fernández fue agredido con una patada por la espalda por un seguidor del Peixe. “Lo peor es que el estadio sencillamente se transformó en tierra de nadie, donde un hincha local tiene absoluta facilidad de entrar a golpear a un compañero, donde la delegación de Santos no tiene problemas en propiciar golpes al staff y jugadores, donde nadie pudo frenar una lluvia de escupos e insultos provenientes de todos lados de la cancha”, exponen los futbolistas en la declaración.
“Como club seguimos fuertes, seguimos más unidos que nunca, porque creemos que estamos en un tiempo donde las injusticias no pueden tolerarse más. Ojalá, por el bien del fútbol sudamericano, se tomen las medidas necesarias para que nadie pueda volver a vivir la sensación de impotencia que tenemos cada uno de los que defendemos la camiseta cementera”, concluye la declaración.