La violencia se instaló en el fútbol chileno. Ya sobran ejemplos como para considerarla un problema aislado. El domingo, en el duelo entre Universidad Católica y Colo Colo ya se habían producido situaciones preocupantes. La escalada continuó entre miércoles y jueves. Primero, con motivo del duelo entre los albos y River Plate. Y luego, en el choque entre los cruzados y Flamengo. Los dos últimos, por la Copa Libertadores, razón suficiente como para que ambos clubes queden en la mira de la Conmebol y se expongan a drásticos castigos por la actuación de inadaptados que pusieron en riesgo la seguridad de espectadores y jugadores y que, en el caso de los cruzados, incurrieron en una de las conductas más perseguidas en el fútbol a nivel mundial: el racismo.
Las imágenes que se produjeron este jueves en el recinto de Las Condes dieron la vuelta al mundo. Primero, las de los hinchas cruzados realizando gestos de carácter discriminatorios, dirigidos a los seguidores ubicados en una de las tribunas contiguas del reducto cruzado. El propio club brasileño, a través de sus plataformas oficiales, repudió el comportamiento, denunció la situación con imágenes y exigió severos castigos por parte de quienes deban adoptarlas.
La Conmebol toma nota. En la sede del fútbol sudamericano, en Luque, esperaban el informe del delegado del encuentro para abrir el expediente que dará inicio a la investigación de rigor, que abarcará todos los excesos que se produjeron: imitaciones de monos, lanzamiento de piedras y botellas y hasta la detonación de una bengala que impactó en el rostro de un niño, que, por poco, no le compromete uno de los ojos. Hubo otros que salieron ensangrentados producto de los proyectiles que recibieron. En el caso de los albos, también hubo comportamientos sancionables, al margen de los que se produjeron en el exterior del recinto. Durante el pleito, el técnico millonario, Marcelo Gallardo recibió objetos en reiteradas oportunidades, situación que expuso después en las declaraciones que ofreció. Después del partido, sus pupilos debieron esperar largos minutos para abandonar el campo de juego, por la alta cantidad de proyectiles que caían desde el sector norte del Monumental, donde se ubica la Garra Blanca.
Por lo pronto, a través de un comunicado, la entidad que preside Alejandro Domínguez reaccionó duramente. “La CONMEBOL considera ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE cualquier manifestación de racismo y otras formas de violencia en sus torneos. Asume y asumirá siempre su cuota de responsabilidad en el combate a toda clase de discriminación. La lucha contra este flagelo ocupa un lugar central en las preocupaciones y en el trabajo de la CONMEBOL, lo que se evidencia en las múltiples campañas de concienciación y acciones de alcance masivo, así como en la aplicación de penalizaciones a quienes incurren en estas prácticas deleznables”, declara.
“La CONMEBOL impulsará cambios en los reglamentos para AUMENTAR Y ENDURECER las penalizaciones en los casos de racismo. Se compromete además a diseñar e implementar nuevos programas y acciones que apunten a desterrar definitivamente este problema del fútbol sudamericano”, anuncia, además de instar a todos los actores involucrados a trabajar para desterrar tales prácticas.
Sanciones establecidas
La Conmebol dispone de normas específicas para regular el desarrollo normal de sus competencias y que consideran desde los aspectos organizativos de los encuentros hasta las situaciones de violencia que se produjeron en ambos recintos chilenos. A ellas se circunscribe la Unidad Disciplinaria de la entidad, que es el órgano encargado de determinar las respectivas sanciones, si caben. El racismo es una de las materias que contempla ese ordenamiento jurídico. El artículo 17 del Código Disciplinario de la Conmebol es específico al respecto. El punto 2 establece el primero de los escenarios que puede enfrentar Universidad Católica. “Cualquier asociación miembro o club cuyos aficionados incurran en los comportamientos descritos en el apartado anterior será sancionado con una multa de al menos DOLARES AMERICANOS TREINTA MIL (USD 30.000)”, sostiene el segundo punto. El primero alude a los castigos que puede recibir un jugador u oficial “que insulte o atente contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas por cualquier medio, con motivo de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo y origen”. En ese caso, también se establecen drásticas sanciones. Sin ir más lejos, River Plate fue sancionado por comportamientos de sus hinchas similares a los que tuvieron los cruzados, en el duelo ante Fortaleza. El club argentino deberá pagarlos los citados US$ 30 mil.
En cuanto al lanzamiento de bengalas, ya hay jurisprudencia. En 2013, Corinthians fue condenado por el organismo a jugar sin público durante 60 días producto de los incidentes en que una bengala lanzada por un fanático del Timao impactó y mató a un niño ubicado en la tribuna que ocupaban los seguidores del rival, el boliviano San José de Oruro.
La ANFP condena y actúa
A través de un comunicado, Colo Colo condenó los incidentes que se habían producido en el ingreso al Monumental en la antesala del partido ante River Plate. “Por algunas personas que, de forma concertada generan los denominados ‘reventones’, esto es, el ingreso masivo de personas sin pasar por los controles de seguridad, con el consiguiente riesgo para los demás hinchas, que asisten de forma pacífica y cumpliendo con todos los protocolos para disfrutar de un evento deportivo”, justificó. También detalló que, a la fecha, ha aplicado 1.734 derechos de admisión, 140 de ellos este año. Aunque los albos se comprometieron a seguir trabajando para mejorar las condiciones para los hinchas y pidieron “el respaldo a las autoridades para combatir estos actos violentos”, no aludieron a las agresiones que denunció Gallardo ni a las que sufrieron los jugadores argentinos, que, con seguridad, fueron registradas por la Conmebol. Tampoco al lanzamiento de proyectores y hasta ataques con elementos contundentes que sufrieron los fanáticos transandinos ubicados en la tribuna Magallanes.
La ANFP fue más específica y aludió a ambas situaciones. “Condenamos enérgicamente los sucesos acaecidos en los exteriores del Estadio Monumental, donde personas ingresaron a la fuerza y sin sus respectivos tickets al recinto, poniendo en serio peligro al público asistente y la realización del evento deportivo internacional”, expresa la entidad presidida por Pablo Milad, en el primer punto del comunicado que las aborda. “Así también, las agresiones sufridas por hinchas de Flamengo, en el estadio San Carlos de Apoquindo, con el lanzamiento de objetos, fuegos artificiales y expresiones de carácter racista, que son inaceptables para el fútbol chileno y que serán perseguidos con el máximo rigor por esta Asociación”, añade el segundo.
En ambos casos, anuncia acciones concretas. “Todos los involucrados en estos delitos, serán denunciados por infracción a la Ley Nº 19.327 de derechos y deberes en los espectáculos de fútbol profesional, de tal manera de conseguir una sanción ejemplificadora que prohíba su ingreso a todos los estadios”, manifiesta.
Finalmente, convoca a un trabajo conjunto entre todos los entes involucrados en el fútbol para erradicar la violencia.