En uno de los partidos más atrayentes de la fecha 12 del Campeonato Ascenso, que arrancó este viernes, Unión San Felipe y Cobreloa empataron 1-1 en el Valle del Aconcagua. Pero al cabo del encuentro, el arquero loíno Matías Cano realizó una increíble denuncia de un nuevo hecho que enloda al fútbol nacional, en una semana en la cual el Monumental y San Carlos de Apoquindo fueron escenario de hechos tan lamentables como impresentables, exponiéndose a sanciones desde la Conmebol. Cano dijo que fue escupido por un niño hincha de San Felipe.
Mientras era entrevistado por la transmisión oficial, el ex Coquimbo Unido hizo sus descargos y analizó con profundidad lo que está pasando: “Mira eso: niños de ocho años escupiendo y tirando piedras, muchas veces con el padre al lado... Más allá de quién gane o pierda, nosotros como personas grandes y de bien tenemos que dejar algo para el fútbol que viene”.
“Después, esos mismos padres son los que exigen que el niño tenga buenas notas en la escuela, se porte bien y que hagan sus cosas. La verdad es que es una desilusión muy grande ver que un nenito de siete u ocho años me escupa en la cara. ¡Hasta eso está bien! Mira la enfermedad a la que llegamos... Que te escupan está bien, y (que tiren) una piedra del tamaño de un cascote no le hace bien a la salud del fútbol nacional”, añadió.
Cano continuó: “Yo, que vengo desde Argentina, siento que el fútbol chileno se está enfermando de estas cosas y pasa algo todas las semanas, como racismo y violencia en los estadios y eso no está bien. Tenemos que cuidar que las dos parcialidades puedan estar juntas en una cancha y convivir, simplemente es un juego. Si podemos ganar, que la gente se vaya contenta, pero si perdemos no es la muerte de nadie”.
“Hay que educar y ayudar a nuestras generaciones que vienen para que las que vengan sean un futuro más provechoso no solo para el fútbol, para la sociedad chilena. Al llevar a tu hijo a la cancha, explicarle que esto es un deporte, no importa si ganas o pierdes. Obviamente hay felicidad cuando ganas, pero la violencia en los estadios es algo que se debe comenzar a erradicar con lo que tenemos al lado: nuestros hijos, sobrinos y hermanos. Demos un paso adelante y discutamos lo que debamos hacer”, prosiguió su alocución.
“Hoy me equivoqué y empatamos, por esa situación no pasó esto. Nunca me había tocado que un niño tan chico me escupa en la cara. Hagamos un alto, replanteemos lo que estamos haciendo y cuidemos a la familia que viene al estadio a pasar un rato agradable, que no dependa de la violencia”, sentenció el meta de los mineros.