Hoy se cumple un mes desde que se jugó el último partido profesional en Chile. Fue empate 1-1 entre Unión San Felipe y Santa Cruz, por la cuarta fecha de la Primera B. Pese al tiempo que ha pasado, el retorno de los torneos nacionales aún está lejano. No así el de los entrenamientos, ya que la idea de la ANFP y de la mayoría de los clubes es volver a las prácticas en cuatro semanas, según confirmaron diversas fuentes a La Tercera.

Todo se enmarca dentro del plan de retorno a la actividad que elabora el fútbol chileno, que consta de tres fases, cada una con un distinto grado de complejidad y restricciones. La fase 1 es volver a los entrenamientos grupales, en cancha, los que fueron suspendidos por los clubes como medida de precaución debido a la pandemia de coronavirus. Será con restricciones, similar a como lo hizo Cobresal a principios de semana en el estadio El Cobre de El Salvador.

Para lograrlo, el equipo médico de la ANFP, liderado por los doctores Fernando Yáñez y Fernando Radice, se encuentra elaborando un protocolo con todas las medidas a tomar para un regreso seguro, siempre y cuando las autoridades sanitarias lo permitan. El infectólogo de la Roja, Jaime Labarca, ha asesorado al staff médico.

Por esa razón, le enviaron un extenso cuestionario a cada club. “El objetivo de esta encuesta es poder conocer la realidad de funcionamiento de cada uno de los equipos de fútbol profesional, lo que va a permitir a la ANFP con el apoyo de su Unidad Médica, colaborar con sus instituciones afiliadas en la planificación de medidas generales y específicas para poder implementar un protocolo de retorno progresivo a los entrenamientos y competencia en forma segura para los jugadores, cuerpos técnicos, los funcionarios de los equipos que interactúen con ellos, así como sus respectivas familias y a todos quienes participan de nuestra actividad incluyendo el público”, dice el documento al que tuvo acceso este medio.

Dentro de la información requerida está el nombre y correo electrónico del gerente deportivo, técnico, capitán y jefe médico de la institución; el número de canchas, camarines y gimnasios; si cuenta con instalaciones como servicio médico, utilerías, aseo y mantención, casino y cocina, alojamiento, unidad audiovisual y áreas de gerencia y administración; el número de jugadores del plantel profesional, de las juveniles y del cuerpo técnico; así como el número de trabajadores en los departamentos de asistencia audiovisual, utilería, aseo y mantención, casino, cancha, seguridad, cuerpo médico, médicos, kinesiólogos, TENS paramédico, nutriólogo, masoterapeuta, psicólogo u otros profesionales.

La última sección de la encuesta tiene que ver con la vacuna contra la influenza. Los elencos tienen que responder si el plantel profesional, cuerpo técnico, cuerpo médico y otros trabajadores en contacto con el plantel están vacunados o no contra dicha enfermedad.

Una vez que los clubes envían esta información, el equipo médico de la ANFP elaborará el protocolo de retorno, cuya primera fase será volver a las prácticas dentro de un mes. Para eso, cada club deberá cumplir con ciertas normas, las que dependerán de su infraestructura y de sus condiciones para entrenar, así como de su ubicación. De ahí el motivo de la encuesta.

“Lo que se busca es un tener un panorama completo para un regreso a las prácticas y al fútbol sin problemas. Con esto se busca saber la realidad de los clubes para hacer recomendaciones que vayan en dirección a garantizar la salud de todos”, dicen desde Quilín.

Dentro de las recomendaciones que se evalúan destaca, por ejemplo, que los jugadores lleguen en auto a su lugar de entrenamiento, para que eviten el uso de transporte público; que lleguen listos para entrenar, es decir, ya vestidos con la indumentaria deportiva correspondiente; que se vayan apenas termine la jornada y que se duchen en sus casas. Todo, con el fin de minimizar el riesgo que puede significar estar encerrado en un camarín con decenas de personas.

“Tal vez se recomiende entrenar en varias canchas por separado, en grupos pequeños, para reducir probabilidades de contagio. Eso dependerá del nivel de la infraestructura de cada club. No todos tienen tantas canchas disponibles como Colo Colo, Universidad Católica o la U. Por eso se envió la encuesta”, apuntan desde el ente rector.

“La idea es volver a entrenar en un mes o en un mes y medio, con entrenamientos con distancia y con restricciones. Es lo que nos han mencionado los especialistas médicos”, reconoce un presidente de club de Primera División.

La fase 2 del plan contempla volver a la actividad. Para esto no hay fechas ni plazos proyectables. Lo único claro es que el retorno, por ahora, está lejano (no antes de agosto) y que será sin público en los estadios durante un largo período. Este aspecto es algo que los clubes como la ANFP tienen prácticamente asumido.

Así como no habrá espectadores, es muy probable que tampoco haya presencia de medios de comunicación con excepción de los trabajadores del Canal de Fútbol (CDF). En Turner hay preocupación por el tiempo que pueda estar suspendido el Torneo Nacional.

El regreso del fútbol es lo que demorará más, ya que no depende de la industria en sí, sino de las autoridades. Una vez que la aprobación esté lista, también existirá un riguroso y detallado protocolo que deberán cumplir los clubes. Algunos, como Temuco y Ñublense, que están en zonas fuertemente azotadas por el Covid-19, tal vez se vean obligados a cambiar de sede.

La ANFP evalúa adquirir túneles sanitizadores para instalar en los estadios. Sin embargo, señalan que aquello no servirá de nada si un jugador da positivo por coronavirus. “Eso significaría poner en cuarentena a todo ese equipo y a los que hayan jugado contra él en las últimas dos semanas. Habrá que ver si se puede continuar el torneo con el resto o se suspende completamente. Son materias en las que estamos trabajando y que se incluirán en este protocolo”, revelan en Quilín.

La fase 3 del plan retorno contempla volver a jugar con público. Se hará de forma gradual, escalonada. La idea es que los aforos vayan en aumento a medida de que la presencia del virus decrezca y disminuyan las posibilidades de contagio, aunque para eso falta tiempo y nadie se atreve a proyectar cuando ocurra.

Por ahora, el fútbol se prepara para volver a entrenar en la cancha. Los jugadores dejarán sus casas para volver a practicar en conjunto, con la pelota, aunque con varias restricciones para protegerse de la pandemia.