El fútbol español se encuentra en medio de la polémica. El Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona declaró como culpable de abuso sexual a Hugo Mallo luego de realizar tocamientos a una mujer que trabaja como mascota del Espanyol, cuando él jugaba en el Celta de Vigo, en un duelo ocurrido en abril de 2019 en el RCDE Stadium.
El magistrado Salvador Roig aplicó una sentencia de once páginas, a la que tuvo acceso el medio EFE, que cuenta con una multa de mil euros en concepto de indemnización de daño moral. Además, el jugador deberá pagar diez euros de multa durante 20 meses (seis mil euros). En total, sin tener en cuenta los gastos procesales del juicio, la cifra asciende a los siete mil euros.
“Queda probado (…) que el acusado, con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos”, señala la sentencia.
Por otro lado, el magistrado también aseguró que no existiría ningún motivo para “poder sugerir que exista una razón de querer perjudicar al acusado”, pues no se trata de “un futbolista mediático” que pudiera provocar “un ánimo de espurio de la víctima”.
Mallo, actualmente jugador del Aris de Salónica griego, fue denunciado el 25 de abril de 2019, un día después del encuentro entre el Espanyol y el Celta. Fue citado a declarar el 10 de julio de dicho año y negó haber cometido algún delito, afirmando al juez que el saludó con normalidad tanto a los jugadores como la mascota, de quien aseguró desconocer su género.
Rafa Mir, también denunciado
Sin embargo, el caso de Mallo no es el único que afecta al fútbol español. Rafa Mir, delantero del Valencia, se encuentra en libertad provisional con medidas cautelares tras ser investigado por una agresión sexual con acceso carnal.
La situación habría ocurrido en la residencia del futbolista, ubicada en Torre En Conill, en Bétera (Valencia). La denuncia, en tanto, se realizó el 2 de septiembre. Una mujer de 21 años aseguró haber sufrido una doble agresión sexual por parte de Mir. Además, otra mujer, de 25 años, también denunció por agresión al futbolista Pablo Jara, amigo del atacante valenciano.
Además, el diario Las Provincias publicó que Mir mantuvo relaciones sexuales consentidas con la mujer de 25 años, pero que posteriormente se dirigió a la zona de la piscina, donde se encontraba la otra joven con dos amigos de él. “La cogió a la dicente a la fuerza y la tiró a la piscina con la ropa puesta (vestía top negro y falda pantalón elástico). En cambio, Rafa iba en calzoncillos. Una vez en el interior de la piscina, la coge a la fuerza e intenta besarla mientras la coge de la cara en contra de su voluntad, intentando ella retirarse en todo momento. Además de ello, le toca todo el cuerpo en contra de su voluntad”, señala la denuncia, que fue constatada por la Guardia Civil y que también consigna detalladamente las vejaciones.
Además, se asegura que la mujer le hizo saber “verbalmente y de forma contundente que la dejase y que no quería que hiciera eso, llegando esta agresión a consumarse durante cinco minutos”.
El citado medio también explica lo que sucedió después. La denunciante salió de la piscina y entró a la casa, donde se dio cuenta que no portaba su teléfono. Mediante una aplicación se percató de que estaba en la discoteca donde conoció a Mir. Llamó a su padre a las 8.34 horas y mientras llegaba, el futbolista la cogió “fuertemente por el brazo, llegando a provocarle varios morados” y la introdujo al baño, donde ocurrió otra agresión.
Finalmente, la joven de 25 años confirmó a la Guardia Civil que recibió una llamada del jugador del Valencia el 1 de septiembre, hablando durante seis minutos. Ahí, Mir le habría dicho “que tiene un caché, que es un personaje público y que esto le puede afectar a su carrera”.