El golazo que no se le dio a Alexis en el triunfo clave del Inter

Corría el minuto 90 del duelo entre Inter y Sassuolo. El cuadro de Alexis Sánchez se imponía por 2-1 y los visitantes acechaban la portería de Samir Handanovič en busca del empate. En ese momento, Romelu Lukaku genera un buen contragolpe, habilita a Alexis para que defina la jugada y, en ese momento, el máximo goleador de La Roja quiso anotar con un espectacular globito. Para su mala fortuna, el balón se elevó y no pudo concretar una acción de lujo.

Tras la jugada, el tocopillano mordía su camiseta, mientras que en el banco del Inter abundaba la preocupación. El contexto no era menor: los de Conte necesitaban abrochar un triunfo clave en la carrera por el Scudetto. Y luego de algunos minutos más de sufrimiento y de arremetidas del Sassuolo, los Nerazzurro pudieron respirar tranquilos cuando el juez pitó el final del partido. Alexis y compañía finalmente se impusieron por 2-1 y se distanciaron a 11 unidades de su más cercano perseguidor, el Milan, a nueve jornadas del final. El título parece cada vez más cerca.

La gran figura del partido fue Romelu Lukaku. El belga, quien anotó el único gol del Inter en el triunfo de la jornada anterior ante Bologna, ahora abrió la cuenta a los 10 minutos con un golpe de cabeza.

La gran polémica del encuentro ocurrió a los 67′. Un agarrón en el área del defensor local Stefan de Vrij a Raspadori queda sin sanción, la jugada continúa y acaba en gol de Lautaro Martínez. Tras la revisión del VAR, el árbitro desestimó lo ocurrido en el área interista y validó el 2-0 para los de Conte, ante los reclamos desesperados de la gente de Sassuolo.

Pero a pesar de este golpe, la visita no bajó los brazos y descontó a los 85′ con una impecable definición de Hamed Traoré, para el 2-1. Alexis, quien había ingresado a los 77′, tuvo la misión de manejar con criterio el balón en el ataque del Inter, y así lo hizo hasta el final. Triunfo valioso para el cuadro de los chilenos, en una tarea que se tornó poco a poco más difícil. Arturo Vidal, por último, solo observó el partido desde la banca de suplentes.