En Estados Unidos, muchos campos de golf ni siquiera cerraron, pese a que ese país es el más golpeado por el coronavirus. En Europa, la historia es similar, aunque en muchos casos se han tomado medidas muy restrictivas. En Chile, todos los clubes permanecen cerrados, incluso, algunos antes de que se declarara el estado de catástrofe, pero esa realidad busca ser revertida a través de una solicitud que encabeza la propia Federación Chilena de este deporte dirigida a los ministerios del Deporte y de Salud.

El planteamiento ha nacido espontáneamente en diferentes partes de Latinoamérica, como Argentina, Uruguay, Colombia, Paraguay o México, donde como en Chile se ha visto afectada una actividad que da trabajo a caddies, profesores y funcionarios.

Abierto de Chile 2014/AGENCIAUNO

“El golf es un deporte que se puede practicar sin poner en riesgo a quienes lo juegan ni a terceros. Se desarrolla al aire libre, no hay contacto físico, el distanciamiento social es sencillo de aplicar y cada golfista juega con su equipamiento, ni siquiera comparten la pelota. La apertura del golf supone un grado de riesgo menor que el de muchas de las actividades actualmente exceptuadas”, dice la comunicación enviada por la Asociación Argentina de Golf a Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes de ese país.

“Esta situación afecta gravemente todas las esferas sociales de nuestro país, en la que clubes y ligas nacionales no son ajenas a las consecuencias económicas que traen consigo el cese de actividades deportivas, las cuales afectan a más de 100 mil familias cuyo sustento económico depende principalmente de la práctica del golf y el tenis en todo el territorio nacional”, se lee en la carta escrita por la Federación Colombiana, que envió una comunicación conjunta con la de tenis.

A mediados de la semana anterior, la Federación Sudamericana de Golf, atendiendo las recomendaciones emitidas por The R&A y la USGA, los entes rectores del golf en el mundo, presentaron un documento en el que exponen una serie de medidas preventivas al interior de los clubes.

Entre las medidas se cuenta la idea de que no haya grupos de más de cuatro personas; los astabanderas deberán permanecer fijas o jugar sin banderas o incluso sin hoyos físicos, sino solo con marcas; eliminar los rastrillos de los bunkers; no intercambiar tarjetas ni lápices; que cada jugador lleve sus palos y equipamiento y llegar al campo vestido para jugar; llevar alcohol gel o que los clubes los provean en algunos tees; cerrar temporalmente asientos, fuentes y llaves de agua, donde generalmente los caddies lavan las pelotas.

Además, propone pagos online, que no haya camarines, restaurantes, casa de palos ni zonas de práctica, además de respetar estrictamente y en todo momento las recomendaciones de sus autoridades nacionales, respecto de la movilización, distanciamiento social y medidas de salubridad.

El presidente de la Federación Chilena de Golf, Felipe Bertin, cuenta de las gestiones que ha hecho: “Yo hablé con la ministra (Cecilia Pérez) y ella me contó que el Ministerio del Deporte, a través del subsecretario, le iba a mandar un oficio al Ministerio de Salud con el objeto de consultar qué actividades deportivas podrían retomarse y viendo en qué condiciones y cómo podríamos partir”. El timonel cuenta que espera una respuesta para estos últimos días de abril.

También se solicitó una reunión, la que aún no se agenda. Desde el Mindep señalan que están en contacto con el Ministerio de Salud, que es la autoridad responsable de la emergencia sanitaria, y se está trabajando y analizando en qué condiciones y bajo qué medidas de seguridad sanitaria y protección de los deportistas, se podría comenzar a retomar la actividad deportiva. Un ejemplo es el protocolo que presentó la ANFP el jueves.

De todas maneras, Bertin no pretende presionar, pues en la Federación saben que “la situación es sumamente grave, estamos conscientes de que debemos ser prudentes, porque lo más importante es que no haya contagios, así que como golf sabemos que tenemos que esperar que la autoridad nos dé permiso. Pero estamos esperando y nos sometemos a lo que señalen”.

El presidente del golf nacional agrega que no son pocas personas las que dependen de la actividad. “Hay muchos actores en el golf que viven del día a día, por ejemplo, los caddies y los profesores, y la verdad es que me siento orgulloso porque los clubes y en general toda la comunidad del golf se ha portado sumamente bien, ha sido súper solidaria y eso me alegra mucho, han juntado dinero para los caddies, para seis o siete semanas y los han distribuido. Pero esta situación se transforma en insostenible en el tiempo, por eso queremos retomar las actividades”.

De acuerdo a la petición sería guardando todas las distancias y, por ejemplo, sin tocar las banderas. Para eso, ya hay soluciones que se están empezando a vender en otros países de la región y aparecen como parte de la solución al regreso.

Sistema para sacar la pelota sin tocar la bandera ni la copa.

Por ahora, la idea de la federación chilena es que retorne el golf amateur, pues los torneos están prohibidos como parte del estado de catástrofe. Pero tal vez los campeonatos de golf sean también los primeros en regresar. Así es en el mundo, pues el PGA Tour es la primera organización en el mundo que ya tiene una recalendarización clara.

Pero desde la Federación también piensan en los profesionales. “Ellos viven de esto y necesitan practicar”, señala Bertin. Uno de estos afectados es Benjamín Alvarado, quien ha debido hacer entrenamientos únicamente en casa. “Me parecería increíble. A nosotros los profesionales ya nos están avisando que en junio o julio se reiniciarán los torneos y yo por mi lado llevo cinco semanas sin entrenar y este tiempo parado cuesta mucho recuperarlo y veo cómo mis contrincantes en Estados Unidos siguen entrenando, porque allá volvieron a abrir los clubes".

Marina Golf Rapel, en 2015/AGENCIAUNO