Guillermo Gómez se transformó hace unas semanas en el head coach del tenis chileno. Luego de reunirse con el presidente Sergio Elías y el gerente general Andrés Otero, se puso enseguida a disposición de un ambicioso proyecto para revivir a una de las disciplinas más exitosas del país. Después de llevar a Alejandro Tabilo al top 30 y meter a Tomás Barrios entre los 100 mejores, hoy está preparado para este nuevo y significativo salto para su carrera.

“De inmediato dije que sí. Siento que es el momento mío para poder aportar. Siento que la experiencia que llevo todos estos años en el circuito grande, o en el circuito profesional, puede ayudar mucho al tenis chileno”, señala de entrada.

“Y, sobre todo, tengo las ganas hoy día, con 43 años, de poder aportar al tenis chileno en todas sus bases, en todas sus áreas. Así que creo que es el momento preciso para mí. Y me he encontrado con una Federación con ganas de hacer cosas, con ganas de cambiar cosas, y sobre todo con implementar mi conocimiento”, añade.

Además, valora que su designación haya tenido una aprobación transversal. “Creo que hoy día la ventaja es que, entre mi personalidad y los resultados que se han ido demostrando con el trabajo en los años, hay un consenso, que es la persona. Ahora hay que ratificarlo, hay que trabajar por eso, y esa es la parte fundamental. Necesito el apoyo de todo el tenis chileno, como lo he sentido, pero también el trabajo va a ser muy importante para tomar buenas decisiones, sobre todo en estos meses que vienen, para que el 2025 se note ese cambio”.

En su diagnóstico, ya sabe cuál es su primera misión. “La Federación tiene muchas cosas encaminadas, pero todavía no hay un orden cronológico para poder lograr algo importante. Y creo que va a ser mi principal ejercicio: poder ordenar un poco lo que hay, y, sobre todo, crear un camino para que los juveniles, o el tenis chileno, lleguen a un profesionalismo total”, admite.

También plantea que hay situaciones que atacar con urgencia. “Las principales modificaciones que estoy viendo hoy son el plan de menores, el circuito de menores y la transición al profesionalismo, que es como la parte neurálgica del rendimiento, en cierta forma. Ahí hay que hacer cambios profundos. Luego, quiero meterme en la parte más masiva. Solo lo que he visto es como tener los recursos para el plan que yo quiero implementar”, apunta.

Por ello, apuesta por retener talentos. “Vamos a enfocarnos en poder tener más oportunidades para que los jugadores trabajen acá en Chile y no que tengan que salir a gastar millones de pesos afuera”, indica.

En cuanto al aspecto más débil de dicha estructura, es enfático: “Yo creo que el principal talón de Aquiles son los sudamericanos de menores. Son los resultados que estamos obteniendo en esos niveles es lo primero que tenemos que cambiar”.

“Por eso yo creo que es importante que ordenemos cosas, que el nivel competitivo sea más acorde a lo que hoy día tenemos y con eso vayamos empujando hacia adelante. Tenemos una camada de tenis femenino muy bueno, a pesar de que todavía no hace tanto ruido, pero creo que viene una base muy buena y eso también vamos a potenciar sin duda”, complementa.

Su nuevo cargo no interfiere con sus funciones con Tomás Barrios o con su academia Alto Tenis. “Sí, esto no tiene impedimento a lo que yo tengo normalmente. El trabajo con Tomi para mí es fundamental y primordial, tenemos una muy buena comunicación y buena química y espero seguir teniéndola”, destaca.

Tomás Barrios sigue como pupilo de Guillermo Gómez. Foto: COCh

“Lo importante hoy en día es trabajar por el tenis chileno, que es lo que yo siempre he querido. Me interesa mucho lo que estoy haciendo hoy en día, me interesa mucho lo de mi academia, lo de Tomi. Son cosas que, en el fondo, van un poco de la mano también y creo y quiero cumplir las expectativas que hoy en día he sentido desde todo el mundo del tenis”, subraya.

Los tiempos

Si bien tiene un margen, avanza a toda velocidad. “Tengo hasta noviembre para presentar el plan macro de lo que vamos a hacer y con las distintas cosas que vamos a implementar. Sin duda, mi idea es pegarle un golpe al timón, cambiar un poco lo que hay o el letargo que se ve de cierta forma y profesionalizarlo. Es mi principal idea”, dice.

Asimismo, busca reencantar desde los cimientos. “Yo creo que, más que menos niños, hay menos competitividad dentro de un nivel nacional. Si bien hoy día nosotros tenemos cuatro jugadores que llegaron a ser top 100, creo que eso no puede ser una isla. Nosotros tenemos que intentar tener la cadena completa desde las bases, pero hay mucho circuito paralelo. Entonces, la gente que juega tenis es muchísima. Uno ve los fines de semana, como en todos lados hay un torneo de una cosa o de otra. Pero hoy día necesitamos unificar eso. Y que al final nos demostremos que, frente a un orden, frente a un calendario homogéneo para las distintas categorías”, sostiene.

“Ojalá haya un canal de televisión en el que podamos transmitir a los menores, que la gente los pueda conocer; de que hayan estadísticas, de que entendamos de que hay un profesionalismo detrás y eso va muy de la mano de lo que hoy día es el tenis chileno. Hoy día el tenis chileno está en la liga mundial y nosotros tenemos que hacer que el proceso hacia eso sea igual de profesional que los cuatro jugadores que hoy día tenemos arriba o las mujeres que vienen adelante”, complementa.

Otra de sus decisiones será el cambio en la estructura para los sudamericanos. “Los capitanes se avisaban una semana antes, eso va a cambiar rotundamente. En un par de meses vamos a tener a todos los capitanes del 2025 ya listos. Esto tiene que ser profesional. También vamos a tratar de aumentar los torneos internacionales. Ahí hay un plan bien ambicioso y estoy trabajando muy fuerte para que eso suceda. Ojalá tener más ITF, futuros, Cosat y así la gente no sale a gastar millones estando en plena formación”, sentencia.