El gran día del Betis: Manuel Pellegrini sale a saldar una deuda

En la tarde de este sábado, en La Cartuja de Sevilla, el equipo del Ingeniero, con Claudio Bravo en el arco, se juega el título de la Copa del Rey ante el Valencia, para coronar la mejor temporada de los verdiblancos. El técnico aspira a su primer título en España.



En su larga trayectoria como entrenador, Manuel Pellegrini acumula muchas finales en el cuerpo, tanto en Sudamérica como en Europa. Pero la de este sábado tiene un sabor especial. Está condimentada con una sazón diferente. Tiene la gran oportunidad de sellar con algo tangible (como un trofeo) una temporada de ensueño con el Real Betis Balompié. En el estadio La Cartuja de Sevilla, aproximadamente a 15 minutos del Benito Villamarín, la casa de los verdiblancos, se disputa la final de la Copa del Rey 2021-2022 ante el Valencia (16 horas de Chile), un grande que no atraviesa por la mejor de sus épocas.

Es la ocasión ideal para coronar con el título de Su Majestad el intenso nexo que se ha construido entre el técnico chileno y el pueblo bético, fundamentalmente, en la temporada actual. El buen juego y el éxito conseguido, llegando a pelear en tres frentes distintos (LaLiga, la Copa y la Europa League), ha erigido al Ingeniero a otro estatus, volviendo a la vanguardia que bien supo ocupar en tierras ibéricas. En épocas donde los entrenadores se han vuelto elementos mediáticos al igual que los jugadores, el estilo más ponderado del chileno también ha logrado sobresalir.

Sin gozar de un plantel rico como el del Real Madrid o el Atlético, ni tampoco con refuerzos de renombre (la plantilla bética es recién la octava más valorizada de la Primera División española, con 243 millones de euros, según Transfermarkt), el club de Heliópolis ha construido un estilo de fútbol lírico, que se basa en el 4-2-3-1 matriz del DT nacional, con el cual se convirtió en un elenco competitivo a nivel local y continental. Quizás, si Rui Silva no hubiese tenido esa mala salida en el cierre del alargue ante el Eintracht Frankfurt, el Betis estaría aún peleando en Europa. Es, precisamente, uno de los factores que le ha permitido a Pellegrini ser adorado por los hinchas: devolverle peso a un equipo con tradición en España.

Info Betis - Valencia
Infografía previa de la final entre Betis y Valencia.

El idilio

El técnico asumió un desafío. Se trataba de reinsertarse en la primera línea del fútbol europeo, tras su discreto paso por West Ham United y su exótica experiencia en el Hebei Fortune chino. Fue la cara de un proyecto que generaba ilusión, pero que debía ajustarse a una compleja realidad económica. El primer año fue positivo, al terminar sexto en LaLiga, clasificando a la Europa League. Pero la campaña actual situó al Betis y al propio Pellegrini en otra dimensión. Los buenos resultados le permitieron al Ingeniero ganarse el amor de los hinchas. El cántico de “Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini” se hizo común en cada partido en casa.

Esto va aparejado también con la asistencia de público al Benito Villamarín. En la liga española 21-22, los andaluces son el tercer equipo con mayor asistencia como local, con un total de 701.445 espectadores. Tienen una media de 41.261 por partido. Solo es superado por el Barcelona (795.091) y el Atlético de Madrid (765.828). La notable campaña y el arraigo generado entre plantel, cuerpo técnico y fanáticos permitieron, en parte, que el contrato de Pellegrini con el Betis se renovara hasta 2025, echando por tierra cualquier vinculación que se le pueda hacer, por ejemplo, con la selección chilena.

“Por supuesto que sería un logro muy importante (ser campeón). Los que vivimos en Sevilla notamos las expectativas, lo ansioso que están los hinchas después de tanto tiempo. Poder dedicarles un título sería un gran logro, también para nosotros. Es una ilusión que debemos ver reflejada con el rendimiento”, declaró el entrenador, en la rueda de prensa oficial. Una curiosidad: el técnico más veterano de LaLiga (68 años) tendrá su primera final en España.

Un dato que alimenta el optimismo del Betis son los buenos resultados de Pellegrini en finales. La de este sábado será la décima definición directa en su carrera en las bancas. Hasta la fecha, exhibe un registro de siete ganadas y dos perdidas. La primera fue la Copa Interamericana de 1994, en la que Universidad Católica superó al Saprissa de Costa Rica. La última fue en la Copa de la Liga inglesa 2015-2016, cuando su Manchester City le ganó al Liverpool de Jürgen Klopp en tanda de penales.

El Ingeniero ha sido campeón en casi todos los países en los que ha dirigido: Chile, Ecuador, Argentina e Inglaterra. Las únicas excepciones son China y España. Por lo mismo, la final ante el Valencia se hace aún más especial. En el Villarreal y en el Málaga logró campañas históricas (es amado en ambos clubes), pero ahora tiene la oportunidad de lograr un trofeo con la tienda verdiblanca. “No me gusta comparar etapas, porque los cinco años en Villarreal fueron espectaculares; en el año del Real Madrid se nos escapó el título con 96 puntos; en Málaga vivimos cosas muy importantes a los que no estaban acostumbrados allí. Ahora, tenemos la posibilidad de jugar por un título en esta ciudad, que sería espectacular e inolvidable”, declaró.

La final tendrá a dos chilenos. Aunque el estratega bético no confirmó la formación para enfrentar a los de José Bordalás, el que asoma es el once de gala: el equipo más titular. En ese sentido, Claudio Bravo sería el arquero, relegando a Rui Silva. El meta, que recientemente cumplió 39 años, ya sabe lo que es ser campeón en el fútbol español, con la Real Sociedad y el Barcelona. Aspira a conseguir su tercera Copa del Rey. Con los azulgranas consiguió el título en las ediciones 2014-2015 y 2015-2016.

Las copas

Jugando “de local”, el Betis busca su tercer título de la Copa. No gana el título desde la temporada 2004-2005. Hace 17 años, los verdiblancos derrotaron 2-1 al Osasuna en el Vicente Calderón de Madrid, el antiguo estadio del Atlético. El que puede repetir el éxito es Joaquín, el referente, capitán y el futbolista con más partidos de la historia del club, que jugó esa final. Otro que se mantiene, aunque en otra labor, es el exarquero Toni Doblas, quien trabaja palmo a palmo con Claudio Bravo al ser el preparador de porteros del actual cuerpo técnico.

El Betis tiene un rival y ése es el Valencia, un asiduo a esta competición, porque encara su decimoctava final. Su última consagración fue en 2019, ganándole al Barcelona. El equipo che es el quinto en el palmarés, con ocho trofeos.

Puede ser un gran día para Manuel Pellegrini y Claudio Bravo. A un partido de hacer historia.

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