Lo tenía todo a su favor el Barcelona para, 33 jornadas después, ponerse por primera vez líder del infartante campeonato español. Pero no, ahí sigue una fecha más el Atlético de Madrid pese a sus constantes tropiezos. Y todo porque el Granada hizo una hombrada gigante en el Camp Nou. Dando vuelta al partido, llevándose los puntos de Barcelona y poniendo a hervir aún más la pelea por el título. A cinco fechas del final, la batalla se recita así: Atlético (73), Real Madrid y Barcelona (71) y Sevilla (70).
El encuentro comenzó de dulce para los azulgrana. Dominio de la pelota, control de la situación y un gol relativamente rápido. De Messí, cómo no, tras una maravillosa combinación con Griezmann. Momentáneamente, el Barça se ponía por delante del Atlético por primera vez en lo que iba de año. Con esa sensación de todo hecho concluyó el primer tiempo. Inimaginable lo que vendría después.
Y lo que ocurrió en la segunda mitad fue que el Granada completó una gesta. Al contragolpe, sin cambiar el guión del partido. Primero fue el venezolano Machís, al culminar un envío largo de Luis García que envenenó Mingueza. 63′ minutos y un sobresalto encogió el Camp Nou. De la jugada salió además expulsado el técnico azulgrana, Ronald Koeman, que protestó vaya usted a saber el qué. La proeza que deja prendida la tabla la redondeó Jorge Molina, con un cabezazo cruzado en otra contra inesperada de los andaluces. Era el minuto 79′. De ahí hasta el final, el Barcelona lo intentó sin ideas y el Granada se blindó con atención y orden.
Con Nahuén Pérez en el centro de la defensa, un colchonero a préstamo, el Granadea se llevó todo el botín del Camp Nou. El Barcelona ya no depende de sí mismo. “Estamos bien jodidos”, resumió Jordi Alba a la conclusión; “ya no dependemos de nosotros. No estuvimos finos en el segundo tiempo. Debimos sentenciar antes. Un palo muy duro”.