José Luis Carreño mide cada una de sus respuestas. El presidente de la naciente Asociación Gremial de Agentes de Fútbol de Chile ha leído en un par de oportunidades la entrevista que Fernando Felicevich le concedió a El Deportivo y advierte que hay algunas imprecisiones de parte del intermediario argentino, quien luce la principal cartera de figuras del fútbol nacional y, además, reconoce la relación comercial con los clubes a partir de su otro brazo operativo, la empresa publicitaria Vibra.
Carreño se detiene especialmente en el aspecto que más mueve a la organización que lidera, de la que el transandino ha declinado participar: la regulación del mercado. “Él dice que en Chile y en el mundo no existen más las licencias FIFA y eso no es así, porque en noviembre sale una reglamentación y en febrero FIFA abrirá el proceso de licencias. Y para eso tenemos que estar preparados”, enfatiza.
La otra reflexión del transandino que le da vueltas en la cabeza es aún más concreta. “Me encantaría que la actividad de los representantes estuviera bien reglamentada; ahora está en el aire”, plantea Felicevich en el diálogo. Carreño recoge el guante, aunque con mesura. “No sé si no quiso ser parte del sistema, porque él no sabía cómo se iba a manejar. Es válido no querer estar en una asociación. Él no sabe que nosotros como gremio somos parte de un gremio latinoamericano y que conversamos con la FIFA. Yo soy parte de esas reuniones. Se vio el tema del cobro de las comisiones, cómo se iban a manejar los agentes a nivel mundial, las licencias. Es una reglamentación que contiene muchas cosas conversadas con los agentes. Y de los chilenos, yo intervine en reuniones formales. La actividad no está en el aire. Nosotros, formalmente, siendo miembros de la gremial sudamericana, hemos participado en reuniones con la FIFA para regularizar el tema de los agentes. FIFA estaba cerrada a cobrar el 3 por ciento de comisión y finalmente, le hicimos saber que el 3 por ciento en Sudamérica no es lo mismo que en Europa. Y se llegó al 5 por ciento pagado por el club”, expone, a modo de ejemplo de la gestión.
“No sé si sería bueno o malo que Fernando se sume. Depende de él. Para mí, es importante que estén todos, pero no puedo obligar a nadie a integrarse. Sí aclaro que nosotros, como gremio, estamos trabajando con la FIFA para una nueva reglamentación aceptada por todos y eso va a suceder”, añade. “Nosotros nos unimos, junto con la ANFP, para tener una reglamentación. Estamos todos de acuerdo. Nos recibió primero Sebastián Moreno y después Milad siguió el proceso”, sostiene.
“Los agentes no pueden tener clubes”
La participación de los representantes en la propiedad de los clubes es otra de las materias que genera divergencia. “No”, responde Felicevich frente a la pregunta de una eventual incompatibilidad entre los roles de dueño de un equipo y agente de futbolistas. “Si quieren hacer la ley, que la hagan, así termina esta discusión eterna y se evitan problemas. Ahora, si me preguntan de verdad, no entiendo por qué. Si el agente que tiene un club lo administra bien, con responsabilidad, transparencia, sin conflictos de intereses y haciendo lo mejor…”, profundiza.
Carreño responde categóricamente, otra vez reproduciendo la postura institucional. “Nosotros creemos que los agentes no pueden ser dueños de club”, sostiene. “No comparto la idea de que representantes sean dueños de clubes. Y por qué: hay un representante que es dueño de La Calera que dicen que participa en Audax. Eso genera un conflicto de intereses que afecta al torneo local. Se pueden producir muchas cosas, como monopolios y sería grave. Que un representante distinto no pueda entrar nunca más a La Calera o a otro equipo. En la asociación no compartimos eso”, explica.
Finalmente, aborda otro de los aspectos reconocidos por Felicevich: la relación de Vibra, otra de sus empresas, con los clubes. “En la relación de Vibra con los clubes no podemos hacer nada. Entiendo que Fernando es publicista de profesión y tiene el derecho de trabajar con los clubes en el sentido de allegarles sponsors”, establece.