Alan Silberman arremetió con dureza. Apuntó a Gabriel Suazo y a Fernando Felicevich. Al primero, por desconocer la relación contractual entre ambos, relativa a la representación. Al segundo, por entrometerse en la relación, al punto de jugar un rol fundamental en su llegada al Toulouse.
El ex capitán de Colo Colo procuró ser contundente en la respuesta a quien fuera su asesor directo. “Todo eso es mentira. Jamás en todos los años que estuve con Silberman me llegó una oferta formal. Nunca”, declaró en la entrevista que le concedió a El Deportivo. También descartó que sus ex compañeros Brayan Cortés y Marcos Bolados hayan influido para que cambiara de empresa de representación. “Otra mentira más que me molesta, sobre todo, porque son mis amigos. Que los metan en cosas que no tienen idea… Para mis cosas soy muy reservado. Les cuento mis cosas a mi esposa y mis padres, y aún así hay cosas que ni siquiera cuento. Y esto no pasó en Miami. Pasó cuando volví acá. Además, Brayan y Marcos jamás me preguntaron, porque sabían el momento complicado que estaba viviendo. A mí me daba un poco de vergüenza decir que soy jugador libre, que no tengo club, que soy capitán de Colo Colo pero que no tengo idea adonde ir, porque no tenía nada. Me representaba Silberman y tampoco lo quería dejar mal. Entonces, ¿qué digo?”, sostiene.
La defensa
Silberman encuentra respaldo en la Asociación de Agentes de Fútbol de Chile. Es, en efecto, uno de los agremiados. Al colectivo no pertenece Fernando Felicevich, pese a que ha sido invitado a participar.
“El señor Alan Silberman es socio permanente de esta asociación, que siendo un intermediario activo en la industria del fútbol se ha visto perjudicado por medio de la irrupción de otro intermediario con un jugador representado por el señor Silberman”, sostiene. Cuidadosamente, la mención a Felicevich cae apenas en el ámbito de la interpretación, aunque, por el contexto, parezca obvia.
En ese escenario, la agrupación anuncia que la materia está en estudio. “Como asociación, estudiaremos el caso para entregar la información respectiva a los organismos FIFA pertinentes”, añade.
Finalmente, adelanta eventuales consecuencias que se producirán cuando comience a operar la nueva reglamentación de la actividad. “Aprovechamos de poner énfasis en este tipo de situaciones y actos de terceros que perjudiquen el trabajo de nuestros asociados se verán limitados y castigados por la nueva reglamentación FIFA de agentes de fútbol (RFAF), que entra en vigencia a contar de octubre”, puntualiza.