Segundo tiempo de la semifinal entre Francia y Marruecos. El equipo magrebí inicia el complemento atacando, acercándose al área de los europeos tratando de empatar. En su propio terreno, colaborando en esa faceta, rechaza con el pie zurdo Antoine Griezmann. Sin arriesgar; de punta para arriba. La secuencia no es casualidad. Es un simple ejemplo de la nueva labor que ha debido adoptar el futbolista del Atlético de Madrid. Precisamente, esa polifuncionalidad le ha permitido ser un actor clave en la estructura del equipo de Didier Deschamps. Un papel menos protagónico, sin las luces que tienen los goleadores, sin embargo igual de fundamental como hace cuatro años, en Rusia.

Antes de la Copa del Mundo, con todo su contingente en forma, el entrenador utilizó el 3-4-1-2 ubicando a Griezmann como un enlace, detrás de la dupla conformada por Kylian Mbappé y Karim Benzema. Sin embargo, las numerosas bajas por lesión (sobre todo las de Pogba y Kanté) obligaron a cambiar el plan y, en ese sentido, el posicionamiento del atacante como un volante más mixto terminó siendo un hallazgo, quedando a la derecha de Tchouaméni (el eje) en el medio, de ser necesario.

Griezmann lidera varias estadísticas en su equipo, que no están ligadas directamente a lo ofensivo: es el que registra más centros (37), más rupturas de línea completadas (71) y más presiones defensivas (242), según las cifras de la FIFA.

“No me tengo que romper el cerebro descifrando cómo voy a anotar, el equipo me necesita más en la creación. Disfruto ser el eslabón entre el mediocampo y el ataque, estoy más en una función donde me retraso y trato de ayudar a los demás”, declaró el jugador antes de chocar con Inglaterra, en cuartos de final.

“Estoy aquí para hacer lo que el entrenador me pida. Quiero hacer las cosas tan simples como sean posibles para mis compañeros. Estoy en buena forma física y cuando eso pasa, me siento mejor mentalmente”, añadió.

No ha sido necesario que el ex Barcelona tenga que ser un artillero para brillar en Qatar. No tiene anotaciones, pero sí registra tres asistencias, siendo uno de los líderes en ese ítem. En Rusia 2018, convirtió cuatro tantos, quedando detrás del inglés Harry Kane, quien terminó siendo el máximo goleador de esa edición. Griezmann, de 31 años, es el tercer mayor anotador de la selección francesa con 42 tantos, secundando a Thierry Henry (51) y Olivier Giroud (53), quien se hizo del récord en este Mundial. Con 116 partidos, es el quinto con más presencias por Les Bleus.

Qatar 2022 ha servido como una instancia de redención para el futbolista, que no lo pasó bien en su transferencia al Barcelona y su retorno al Atlético no le ha permitido rememorar antiguas glorias como colchonero. Griezmann es considerado como una piedra basal en el seleccionado desde que asumió Deschamps, en 2012.

Su nueva faceta le ha permitido recibir alabanzas de todo tipo. “Me ha sorprendido pero tiene la calidad y la inteligencia para hacerlo. Se parece más a Kanté que a Griezmann”, afirmó Didier Drogba, exdelantero marfileño. “Está jugando un papel algo diferente en este Mundial, pero le sienta bien. Es muy trabajador, probablemente más que la mayoría de los jugadores”, declaró Deschamps.

Si bien no ha convertido en sus últimos 15 partidos con Francia, el 7 de los azules se ha transformado en el máximo asistidor de la historia del seleccionado, con 28, superando a glorias del fútbol galo como Henry y Zidane.

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