Emiliano Martínez se ha transformado en un objeto de culto para los hinchas argentinos. Sus actuaciones en el Mundial de Qatar le elevaron a esa categoría, al punto de que hasta la FIFA cayó en la exageración de designarle como el mejor arquero del planeta.
Lo que ataja, o no, no es, de todas formas, la única explicación para tan alta estima. Los fanáticos transandinos adoran la expresiva personalidad del golero del Aston Villa. Sus gritos y bailes son hasta peticiones que surgen desde las gradas cada vez que defiende a la Albiceleste.
El odioso
Para los rivales, en cambio, el Dibu es un personaje odioso. Más todavía cuando realiza tapadas como las que evitaron que Chile tuviera mejor suerte frente a Argentina. Los hinchas chilenos que asistieron al Metlife Stadium con la esperanza de revivir el feliz momento de la obtención de la Copa América Centenario de 2016 las vieron derrumbarse en buena parte por la actuación del golero.
Martínez recibió insultos de parte de los hinchas nacionales. Y, claro, los respondió. En su estilo. Lo hizo subiéndose a los letreros publicitarios que separaban a los espectadores del campo de juego y realizando una cuestionable acción que, evidentemente, no era una expresión de cariño.
La imagen, por cierto, la completan las también groseras expresiones de los hinchas chilenos, quienes le hicieron saber de la peor forma posible su reprobación al golero transandino.
Martínez, de todas formas, descartó que les haya enrostrado la victoria a los hinchas chilenos. “Nada que ver”, declaró, después del duelo. “Grité a la gente nuestra, a la argentina. Estaban todos atrás. Ahora, a pensar en cuartos”, amplió en su paso por la zona mixta.
Figura
En el plano futbolístico, al menos, el Dibu solo cosechó aplausos. De hecho, en varios titulares de la prensa argentina lo mencionaron como el principal responsable de que el equipo de Lionel Scaloni se impusiera sobre el de Ricardo Gareca, fundamentalmente por las contenciones que realizó ante los remates de Rodrigo Echeverría, que bien pudieron terminar en la red.
En general, las evaluaciones apuntaron a sus intervenciones clave ante los remates de Echeverría. “No tuvo trabajo en el primer tiempo. En la parte final, salvó muy bien dos remates de Echevarría. Y otra vez mantuvo su valla invicta”, consignó, por ejemplo, Clarín.
El registro de Martínez en la selección argentina es meritorio: con su actuación ante Chile completó 30 vallas invictas en 41 partidos por la Albiceleste, otra poderosa razón para que en su país lo adoren.