En la víspera de la final de la Supercopa, la baja de Edson Puch por Covid-19 asomaba como una de las grandes preocupaciones del técnico Gustavo Poyet. Finalmente, se decidió por el juvenil Gonzalo Tapia, una de las figuras más interesantes de las divisiones menores de Universidad Católica y que ya el año pasado había tenido rodaje bajo las órdenes de Ariel Holan, también cuando el iquiqueño no estuvo.
El desempeño del delantero fue formidable y anotó dos tantos vitales para la obtención del título frente al Cacique. No solo eso, el jugador de 19 años jamás había anotado un doblete en el profesionalismo, ya que solo registraba una conquista frente a Everton y otra ante Universidad de Concepción.
A pesar de su gran rendimiento, el atacante asume con humildad su rol ante la baja de su compañero. “No sé si reemplazarlo. Puch es muy importante para el equipo. Vengo a hacer lo mío, lo que me pide el profe, lo que me pide en el entrenamiento. Nada más, aportar al equipo lo que pueda”, expresó a TNT Sports.
Tapia llegó a los 10 años a la UC, donde se caracterizó por ser goleador en las distintas categorías que enfrentó, lo que rápidamente lo llevó a las selecciones menores, anotando cuatro goles en el Sudamericano Sub 15 de 2017, y otro a Haití en la fase de grupos del Mundial Sub 17 de 2019. Internamente, el delantero fue reconocido por Cruzados con el Premio Revelación, en diciembre pasado.
Después del partido, el héroe de la jornada reveló lo que ocurrió en el entretiempo. “Entramos al camarín pensando en que lo podíamos dar vuelta, que se iba a dar un resultado positivo y que nos queríamos llevar la copa a la casa”, expresó. Asimismo, profundizó en la charla de Gustavo Poyet: “Nos dijo que disfrutáramos, que partir con una final es lo más lindo que puede pasar y que entráramos a hacer lo que sabíamos, lo que veníamos haciendo el año pasado. Y se nos dio. Gracias a Dios, salimos campeones”.