El número uno del mundo se hizo fuerte en Roma. Novak Djokovic ganó dos partidos en la jornada sabatina y logró instalarse nuevamente en una final de Masters 1000, la 53 de su carrera. Es el máximo ganador de la categoría, con 36 títulos, y no quiere perder esa marca. Su rival del domingo es quien lo asecha en el listado histórico, nada más y nada menos que Rafael Nadal, quien tiene 35. Se jugarán muchas cosas este domingo en el Foro Itálico, en la versión 57 del duelo entre dos de los mejores tenistas de la historia.

A primera hora del día el partido frente a Stefanos Tsitsipas (5°) por cuartos de final. Programado inicialmente para la jornada del viernes, el encuentro se suspendió cuando la lluvia azotó la capital italiana. Era un rumor en los pasillos y una postal esperada si se miraba el cielo romano. Las nubes asecharon, hasta que decidieron parar la acción cuando el griego sacaba 4-3. Un momento bisagra sin dudarlo. Hoy, Nole fue más inteligente y mejor. El tiempo para re pensar el plan y analizar lo que había sufrido el viernes, fue clave. Cuando volvió a la cancha central esta mañana jugó como un número uno. Un partido intenso, de esos que quedan marcados en el calendario. El campeón de la edición de 2020 levantó los brazos tras abrochar la victoria por 4-6, 7-5 y 7-5.

La celebración fue corta, casi obligada. Tomó sus bolsos y desapareció del court. Tocaba recuperar y volver a empezar. En solo un par de horas jugaba de nuevo. El rival era el local, y gran sorpresa del torneo, Lorenzo Sonego (33°). El italiano ha vivido una semana soñada en su casa, acompañado por un público que lo sigue y apoya con fervor. Los aplausos se multiplican cada vez que el nacido en Turín gana un punto y hoy los 2.500 fanáticos que estaban presentes, querían seguir siendo factor.

Pero enfrente estaba uno de los jugadores más duros del circuito. El cinco veces ganador del torneo italiano es un motivador por naturaleza y cada vez que el público rugió, los cayó con un juego majestuoso. El primer set para Nole sin problemas. El segundo, una batalla épica, digna del escenario. Sonego salvó quiebres en el tres y cuatro iguales, estallando la locura de los asistentes. El serbio por su parte, ofuscado y exprimido. Bajón de energía que le costaría perder el parcial y estirar todo. Un dolor de cabeza para el experimentado, pero un empuje anímico para el revulsivo. Había clima de Copa Davis en Roma, una maravilla.

Pero cuando todos pensaban que la historia del multiplicación terminaba en semifinales, salió el gen demoledor de Novak. Quebró de entrada y ahora no dejó espacio a dudas. Se llevó el partido por 6-3, 6-7 y 6-2, 55 minutos después de haber tenido su primer match point.

Con esta nueva final, Djoko jugará la 53 de su carrera en la categoría. Lo hará ante su némesis, Rafael Nadal (3°). Ambos son lideran el listado histórico de ganadores de Masters 1000 (Nole 36, Rafa 35) y este domingo la cuenta pueden volver a quedar igualada. Los números van por el lado del español, ya que ha ganado los últimos cuatro encuentros en polvo de ladrillo entre ellos, incluyendo la final de Roland Garros en 2020. Pero Nole tiene un hambre insaciable y en la adversidad encuentra fuerza, además lidera los enfrentamientos entre ellos, con 29 a 27. Hoy fue maratónico, mañana espera serlo también. Todo se definirá en la versión 57 de la rivalidad más trascendental de la última década.