Croacia no tenía por donde complicar a España. Hasta los 19′, el control del balón les pertenecía casi exclusivamente a los dirigidos por Luis Enrique. Sin embargo, el infortunio y la impericia cambiaron drástica y radicalmente el trámite del encuentro. Y de la forma más increíble: con un error tremendo del arquero Unai Simón.
Desde la mitad de la cancha, Pedri retrasó el balón para el guardameta. Parecía un balón insulso e inofensivo, pero para el arquero del Athletic de Bilbao se transformó en todo un lío. No pudo controlarlo, terminó tocándolo e, inexplicablemente, enviándolo al fondo de las mallas.
La UEFA tardó varios minutos en decidir la autoría de la chambonada. Finalmente, el reporte oficial se lo terminó atribuyendo al guardameta del equipo ibérico.
España, naturalmente, acusó el golpe. Croacia leyó el momento del partido y se lanzó en busca del arco ibérico.