El Inter no se atreve a ganarle a la Lazio

Si la disposición del Inter hubiese sido parecida a la de los últimos minutos durante más tiempo, seguramente el marcador pudo ser distinto. Pero el 1-1 en que terminó el choque ante la Lazio se ajusta plenamente a lo que sucedió en la cancha. Y castiga la mezquindad del equipo lombardo, y de su técnico, Antonio Conte, que no se atrevió a aprovechar los momentos que le ofreció el partido para, a lo menos, intentar algo más.

Partió en ventaja el equipo lombardo. En los 29′, Lautaro Martínez aprovechó el único balón con ventaja que le llegó en el primer tiempo para anotar el 0-1. El gol no era, en absoluto, el premio al desarrollo del encuentro, pero pudo haber sido perfectamente el tónico para animarse a más.

Para colmo, en los 55′, con un cabezazo casi sin ángulo en el segundo palo, Milinkovic-Savic marcó la igualdad. Perisic se quedó en la marca y la reacción de Handanovic fue derechamente floja.

Aún así, hubo momentos para marcar la diferencia. El Inter, por ejemplo, estuvo cerca de veinte minutos con un hombre más en la cancha. Una discutible decisión referil después de un encontronazo entre Arturo Vidal y Ciro Immobile, terminó con la expulsión del delantero del equipo romano, en los 69′ . Conte tampoco aprovechó esa instancia para darle un giro más ofensivo a su propuesta. Apartando esa incidencia, el desempeño del Rey fue correcto. Instalado como volante defensivo derecho, algo más contenido que lo habitual, procuró siempre una distribución adecuada. Además, recuperó varios balones. Sin embargo, salió en los 72′, tres minutos después del lío con Immobile. Conte prefirió no correr riesgos.

Alexis Sánchez, a esa altura, seguía mirando desde la banca, la que abandonó recién en los 78′. El tocopillano, en lo suyo, entró para aportar la dinámica que el ataque del Inter no tenía y se las ingenió para meter un par de pases. Poco más pudo hacer. El Inter tuvo una opción para llevarse el triunfo, cuando Brozovic impactó un balonazo en el horizontal, en los 85′, pero un minuto después se quedó con diez por la expulsión de Sensi. Razón suficiente para que el timorato Conte se convenciera de que había que cerrar el partido.