Martín Iribarne presentó su renuncia al directorio de Sebastián Moreno. Ayer, cerca del mediodía, le dio otro golpe al presidente de la ANFP. A través de un documento ingresado a la oficina de partes, el argentino explicó su desvinculación: “Motivos irreconciliables con Moreno en la condición de presidente de la ANFP”, dice el texto. La medida fue celebrada por los equipos de la rebelión, que apuestan a la ingobernabilidad que empezará a afectar al expresidente de Cobresal.

Moreno sufre en silencio. La renuncia de un nuevo director lo pone en aprietos. Se queda cada vez más solo. Ya son cuatro los miembros de su mesa que le han renunciado en sus casi 484 días de mandato. El anterior fue Aldo Corradossi, en marzo. Antes ya lo habían hecho Jacques Albagli, quien abandonó a la directiva a los pocos días de haber sido oficializado. Andrés Fazio, por su parte, dejó su cargo en febrero de 2019, un mes después del triunfo de Sebastián Moreno. Solo logró insertar a Marcos Kaplún, exdirector de Universidad de Chile.

Lo cierto es que Iribarne arrastraba problemas con Moreno pues lo acusaban de abuso de poder en su cargo, luego de que Deportes Valdivia presentara argumentos en contra de su actuar a favor de Unión La Calera (club al que pertenece) por la propiedad del pase de Erick Wiemberg. Se le quería poner un voto de censura en un próximo consejo de presidentes. En marzo, en contacto con La Tercera, Iribarne daba una idea de sus pasos a seguir: “Después del trato recibido de parte del presidente, en forma desproporcionada, lejana y con absoluto desapego a la realidad de las cosas, estoy pensando en dar un paso al costado. No puedo trabajar con alguien que toma los temas en forma personal. Más aún si siempre lo apoye, desde que me integré a su lista de directores”, señaló.

El timonel del fútbol chileno ha redoblado sus esfuerzos por intentar reforzar su directorio. Sin embargo, sus propuestas han sido rechazadas. Lorena Medel, de SantiagoWanderers, sufrió un duro revés tras recibir la negativa del consejo de presidentes. ¿El argumento? No cumplía con los requisitos para sentarse en la mesa.

Hoy, los nombres de Johan Giesse (Iquique) y Jorge Yunge (Rangers) son los elegidos por Moreno para tapar las vacantes que amenazan su continuidad. Yunge, sin embargo, está evaluando rechazar la invitación por la negativa que recibió el timonel a realizar el consejo de presidentes para sentarlo en la mesa. Duda de la gobernabilidad del abogado.

Hoy, frente a tal escenario, Moreno queda con el quórum mínimo para seguir en la mesa. Sólo lo acompañan Raúl Jélvez,Marcos Kaplún. y Arturo Aguayo. Este último se unión a la mesa como dirigente de Huachipato, club que hoy participa con fuerza entre los equipos de la rebelión. Su salida no está descartada, por lo mismo. Una renuncia más provocaría elecciones. Así lo explicó Matías Rivadeneira, secretario ejecutivo de Quilín, al momento de la renuncia de Aldo Corradossi, en marzo: “Los estatutos disponen de un quórum mínimo para las sesiones de directorio que es de la mayoría de los directores en ejercicio. Asimismo, contemplan disposiciones especiales para vacancia de los cargos de presidente y de director, disponiendo que en el caso del presidente que si se produjera la vacancia de este cargo, y solo respecto de este cargo, procede a una nueva elección, a menos que la vacancia se produjere dentro del año en que corresponde renovar el directorio, caso en que subroga el vicepresidente. Para el caso de los directores, es el Directorio el que propone completar el cargo vacante y el Consejo es el que efectúa la elección”.