Colo Colo vivía en los primeros días de diciembre uno de los momentos más duros de su historia. El fantasma del descenso los acechaba y la moral del equipo ya estaba en la B. Tan bajo era el ánimo de los jugadores, que su técnico, Gustavo Quinteros, no encontraba la fórmula para convencerlos de que podían ganar. Ni menos existía la convicción para dar vuelta un resultado adverso. “Nos atacan una vez, nos hacen un gol y entramos en una desesperación, en un nerviosismo que no podemos controlar”, explicaba el adiestrador blanco en aquellas jornadas.

Fue entonces cuando el patrón de la concesionaria -Aníbal Mosa- y su mano derecha -Harold Mayne-Nicholls- decidieron contratar un experto en charlas motivacionales (Rodrigo Jordán), para que les hablara a todos los estamentos de la institución. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados. El 8 de ese mes, el Popular cayó ante La Serena y agravó su crisis, por lo que la respuesta dirigencial fue llamar a los ídolos (Carlos Caszely y Marcelo Barticciotto, entre otros) para que acudieran al “David Arellano” a remecer al plantel.

No obstante, esas reuniones nunca se concretaron.

Y es en este escenario adverso, apareció Gabriel Lama. El judoca que representó a Chile en los Juegos Olímpicos de Sidney (2000) y Atenas (2004) tiene una empresa de coaching empresarial llamada TGLI y su filosofía es alcanzar el liderazgo personal, para así lograr el liderazgo institucional. Con nueve años de experiencia en estas lides, más de 200 charlas y 60 empresas asesoradas en Chile, Estados Unidos y Brasil, Lama pronto se ganó la confianza de Harold y de Aníbal y sus visitas se hicieron frecuentes al Monumental.

Una imagen de Lama con su kimono de judo, publicada en la página web de su empresa de coaching y motivación.

Allí puso en marcha el plan descrito en su primer libro Del Bienestar al Alto Rendimiento, donde potencia el autocuidado para alcanzar el éxito, el liderazgo sobre sí mismo, el ejercicio, la consideración a la mirada del otro y el aprendizaje para un desarrollo “infinito”. Además, incrementó la confianza de los futbolistas en el cuerpo técnico, ya que su filosofía primordial es que “un buen entrenador siempre te exigirá más de lo que te exiges tu mismo, por eso triunfarás”.

¿Resultados? El Eterno Campeón no conoce derrotas desde hace un mes (su última caída fue ante Santiago Wanderers en Valparaíso), lleva seis partidos invictos (tres ganados y tres empatados) y ha dado vuelta dos veces el marcador para quedarse con la victoria en su reducto (ante Coquimbo y La Calera).

“Lama le ha hecho bien a todos. Ya no existe en la cabeza de dirigentes, cuerpo técnico o jugadores la idea de descender y el ambiente está mucho más distendido que en diciembre. Hoy estamos convencidos de que podemos lograr el objetivo de permanecer en primera”, concluyó un integrante del directorio de ByN.

El exjudoca profesional (sú último año de competencia fue 2004) se aparece por el Monumental dos veces a la semana, promedio. Y su rutina consiste en reunirse con el plantel entre 30 y 40 minutos. Con todos a la vez. Alguna veces se le observa al costado de la cancha mientras el equipo entrena en Macul. Su llegada a la plantilla se ha notado y, si se confirma el repunte del Cacique con la defensa de la categoría, será uno de los que se llevará el agradecimiento de jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y, obviamente, los hinchas.