Emiliano Martínez perfectamente se puede diseccionar. El Dibu es un personaje, que con sus atajadas clave y, principalmente, con su efusiva personalidad se ganó el reconocimiento y hasta la idolatría de los argentinos, sobre todo después de su actuación en el Mundial de Qatar.
Esa faceta, que quedó en evidencia con la grosera reacción que tuvo frente a los hinchas chilenos en el Metlife Stadium, se distancia de la otra, más analítica y reflexiva, que incluso le permite mirar hacia el otro arco y terminar reconociendo las virtudes de sus rivales, pero también colegas.
Elogios para Bravo
Al término del partido, Martínez se acercó a Claudio Bravo. Entre ellos hubo un breve, pero significativo intercambio, que habla, fundamentalmente, del respeto que se profesan dos compañeros de profesión y de puesto que han alcanzado una alta consideración a nivel internacional.
“A Claudio le dije que no sabía cómo se logra mantener, a los 41 años, en ese nivel. Jugó un partidazo, pero merecimos ganar”, reveló el golero del Aston Villa al momento de emitir declaraciones, en un decidor resumen respecto de su admiración por el capitán de la Roja.
El golero transandino sostuvo que la Roja siempre les resulta un rival complejo, deslizando una alusión a los momentos más felices de la Roja en el torneo continental, precisamente ante la Albiceleste “Sé lo difícil que es Chile y cómo nos cuesta en la Copa América. Es un rival duro que siempre nos saca un plus. Por suerte lo pudimos sacar adelante”, valoró, en relación a una victoria que pone a la escuadra de Lionel Scaloni en los cuartos de final del certamen que se disputa en Estados Unidos.
Figura
En el partido frente a la Roja, Martínez terminó transformándose en figura. Aunque durante buena parte del duelo no entró en actividad, producto de la ostensible superioridad futbolística del campeón del mundo sobre el equipo de Ricardo Gareca, sobre el final tuvo que exigirse para evitar, en dos ocasiones, la caída de su valla. En ambas, ante arrestos ofensivos de Rodrigo Echeverría, quien terminó transformándose en un insospechado agente ofensivo para la escuadra del Tigre.
El Dibu, villano sobre todo para los fanáticos rivales, volvía a ser el héroe para los propios, como en la definición del Mundial ante Francia. De hecho, en los análisis posteriores al encuentro compartió protagonismo con el otro Martínez del equipo transandino: Lautaro, el delantero, autor de la conquista con que la Scaloneta doblegó a la Roja y la dejó obligada a vencer a Canadá para avanzar en el torneo.