La aventura del Dakar se terminó de golpe para John Medina (41 años). El chileno sufrió una dura caída en el kilómetro 169 de la Etapa 4 y tuvo que despedirse del rally más importante del mundo antes de haber terminado la primera semana.
Tras pasar 20 horas en el Hospital de Ha’il , comenzó su viaje de vuelta a Chile y fue en una escala de ese periplo intercontinental, que el motociclista que corrió la categoría “Original” conversó con La Tercera. Habló del choque, de sus objetivos y de sus grandes prioridades en la vida.
“Cuando corres en arena te encuentras con muchos cerritos con plantas. En un momento me topo con uno grande y decido pasarlo por al lado para ir recto, pero la línea me saca y me hace ir en curva. Ahí esquivo un lomo pequeño, pero caigo de punta con otro. Me voy de boca e incluso todavía tengo las piernas moradas cuando me pegué con el volante. Me levanté y seguí corriendo por cinco minutos hasta el control de paso”, comienza relatando sobre el momento del accidente.
Confiesa también que al llegar al punto de control le pegó patadas a la rueda de la moto para poder alinearla con el volante, ya que sea era la única parte que había sufrido con el accidente. Admite también que en ese momento nada parecía grave.
Pero los problemas aparecieron un par de kilómetros después. “Salgo sin problemas, pero llego a un tramo en donde había terreno duro y la espalda no me dio más. Me cayeron lágrimas y no podía estar arriba de la moto. Volví al punto de control muy mal y ahí me ayudaron a bajar. Me hicieron ejercicios para ver si tenía fuerzas en las piernas y llamaron a los equipos de seguridad”, relata desde el Aeropuerto de Barajas en Madrid.
Fue un helicóptero el que lo llevó al hospital donde los médicos de la organización del Dakar lo trataron. Radiografías, escáner y resonancias tuvo que hacerse para descartar grandes problemas. Finalmente, y tras 20 horas de cuidados y seguimiento se confirmó que no tenía lesiones por la caída. Eso sí, la carrera ya se había terminado para él. Un golpe mucho más fuerte que la caída en su KTM.
“Me quedo con la sensación de que ni siquiera fui, porque uno trabaja tanto para estar ahí y el objetivo es terminarla, no otra cosa. Aparte yo creo que tenía las capacidades, fue solo un segundo donde me distraje. Tengo una espina en la garganta por venirme tan rápido a Chile”, se lamenta.
Es esa misma sensación la que lo hace aventurarse a admitir que quiere un nuevo Dakar. “En 2024 no estaré porque tengo hijos chicos y me cuesta pasar el Año Nuevo afuera, pero en 2025 iré, aunque tenga que meterlos en la maleta”, lanza entre risas. Y es que Medina admite que antes de las motos, está su trabajo y su familia.
Una declaración que queda en evidencia cuando confiesa qué será lo primero que hará cuando aterrice en Chile hoy a las 9:00 AM: ”Llego al aeropuerto y estaré un par de horas en la casa, porque en la tarde iremos a Curicó a ver a uno de mis hijos jugar un torneo de fútbol”.
Pero además de todo aquello, Medina también tuvo tiempo para hablar de su experiencia en la categoría “Original”, una en donde no puede tener apoyo mecánico externo. Todo debe hacerlo él, por lo que la complejidad de las pruebas aumenta mucho. Tras su primera vez en ese formato, tiene clara cuál es la clave: “Hay que tener todo programado. Cuando cambiar neumáticos, cuanto te demoras en eso, cómo vas con los tiempos, tener tu ropa ordenada por día. Así es mucho más fácil el día a día. Tampoco hay que llevar cosas de más, tratar de ser lo más liviano posible”, advierte.
Finalmente entrega una opinión y un mensaje en torno al desarrollo del rally de motos en el país. “En Chile tenemos dos pilotos factory y no tenemos carreras de rally patrocinadas por la Federación de Motos. No se habla de sacar pilotos de rally. No puedo entender si tiene tanta connotación el Dakar, con tan buenos resultados para Chile, no se haga algo durante el año. Desafío del Desierto es una gran carrera, pero no es rally porque no corres con hoja de ruta no corres con GPS apagado. Se hacen Travesía Atacama y Bajo Atacama, pero se hacen dos o tres en el año y con GPS abierto, entonces puede que no sepas navegar, pero vas a llegar igual a los puntos”, lanza como una visión en torno al movimiento dentro de Chile.