El capitán Luka Modric apareció en el momento indicado. Croacia se jugaba su clasificación a octavos de final ante Escocia: necesitaba ganar por amplia diferencia de goles y que Inglaterra venciera a República Checa en Wembley. Ambos resultados se dieron, siendo el mediocampista del Real Madrid clave para que esto sucediera.
Croacia recibió en Glasgow buenas noticias a los doce minutos de iniciado el compromiso. Raheem Sterling, tras centro de Jack Grealish —quien inició como titular tras el insistente pedido de hinchas y periódicos ingleses—, anotó su segundo gol en al Eurocopa y desató la algarabía en Wembley. La ayuda llegaba desde Inglaterra.
Pareció como si la selección croata hubiese escuchado del gol de Sterling ya que solo cinco minutos después, en el 17′, abrió la cuenta con gol de Vlasic tras asistencia de Perisic. El resultado aún no era suficiente por la diferencia de goles y todo se complicaría aún más luego de que Escocia anotara la paridad en el 42′, por medio de Callum McGregor. Este fue el primer gol escocés en una Eurocopa después de más de dos décadas.
En Wembley, Inglaterra seguía ganando, pero sin brillar. El equipo de Southgate no se ha desempeñado como las expectativas lo esperaban, pero al menos cumplía con la tarea. Pese a las variaciones en la escuadra, al ingreso de nuevos nombres, la selección de los Tres Leones solo pudo avasallar en los primeros minutos del partido, posteriormente desinflándose al punto en que República Checa estuvo varias veces cerca del empate.
En Escocia, Croacia buscaba la ventaja desesperadamente. Y aquí fue cuando apareció la figura del gran capitán. Modrid, con un zapatazo magistral a tres dedos, colocó el 2-1 para su selección y levantaba los ánimos de un plantel que comenzaba a bajar los brazos.
Quedaba media hora para ir por la clasificación, la cual llegó a través de Perisic, aunque nació de los pies de Modric. El mediocampista del Real Madrid asistió al extremo del Inter para que anotara el 3-1 final y clasificara a los suyos a octavos de final como segundos del Grupo D.
“Cuando jugamos así somos peligrosos para todos. Ahora vamos a descansar bien y hacer lo que nos espera”, sentenció la estrella de los croatas, proyectando los octavos de final. Y agregó para cerrar: “Estamos felices porque hicimos un gran partido y pasamos a octavos, que era el objetivo principal. No estábamos satisfechos después de los dos primeros partidos, ya que sabíamos que podíamos hacerlo mejor, y hoy lo demostramos. Mi gol ayudó, pero lo más importante es que ganó el equipo”, comentó el volante, tras completar 74 de los 83 pases que intentó ante Escocia.