Hace unos días, Colo Colo presentó a Mauricio Isla y a Cristián Riquelme. Naturalmente, la atención estuvo puesta en el Huaso, un nuevo integrante de la Generación Dorada que recala en el Cacique, después de Arturo Vidal, y la pieza que había solicitado Jorge Almirón para terminar de conformar un plantel altamente competitivo de cara a los principales desafíos que tiene en el segundo semestre: la Copa Libertadores y la disputa del título en el Campeonato Nacional. Esta semana, de hecho, está marcada por un desafío especial: el Superclásico ante la U.
El buinense llega como figura. Le avala un currículo construido en equipos de alcurnia en el fútbol internacional. En el balompié nacional recién debutó en 2022. Aunque se formó en la UC, solo en esa temporada vistió la camiseta del equipo de la franja en el profesionalismo. Ahora vuelve después de un paso por Independiente, en Argentina. Los argentinos aceptaron US$ 300 mil para permitirle salir.
El lío en que se mete Colo Colo
La presentación de Isla tuvo lo que habitualmente considera ese tipo de acto. Declaraciones de bienvenida, valoraciones respecto del paso que se está dando y, naturalmente, definición de objetivos. “Jugar mis últimos años en el equipo más importante del país es un paso grande, da alegría y es de mucha responsabilidad”, el carrilero. También reveló que pasó por una especial ‘inducción’: “En la mañana hablé mucho con Arturo (Vidal. Sabía que estaba un poco enojado porque me había demorado un poco, pero bien. Llevamos muchos años compartiendo canchas, jugamos juntos en Juventus y ahora se está recuperando para que juguemos juntos”.
Para el final, estaba reservado el aspecto más visual: la imagen en que Isla tenía que ponerse su nueva camiseta. Para esa parte del acto había una particularidad. La casaquilla del flamante refuerzo llevaba una singular inscripción, a modo de dorsal: 2+2. La explicación radica en que el 4, que usa en la Roja, estaba ocupado por Alan Saldivia. El 2 lo tiene Jeyson Rojas.
De todas formas, los albos tendrán que evaluar muy bien si repiten la ocurrencia. Reglamentariamente, están impedidos.
El artículo
El artículo 36º de las bases del Campeonato Nacional es suficientemente claro al respecto. “Las camisetas de los jugadores deberán llevar estampado en la parte trasera, correspondiente a la espalda, un número de 25 centímetros de altura, en un color que deberá contrastar visiblemente con el del uniforme (claro sobre oscuro o viceversa) y ser legible, tanto para los espectadores que asisten a los Estadios, como para los televidentes. Asimismo, en la parte frontal de la pierna derecha del pantalón se exhibirá un número estampado, de 10 centímetros de altura”, consigna, inicialmente.
Lo que afecta a la ocurrencia alba o de Isla es lo que viene después. “Si uno de los números, ya sea en la espalda o en el pantalón, fuese alterado de alguna manera, el jugador será amonestado con una tarjeta amarilla administrativa y una multa de 20 UF”.
“Los números que se estamparen en la camiseta y pantalón de los uniformes de los jugadores deberán corresponder a aquellos informados para cada uno por el club respectivo en su Lista de Buena Fe inscrita en el sistema COMET. Se debe tratar de un número único por jugador y se mantendrá durante toda la temporada”, agrega.
Para el caso de Isla, Colo Colo informó a la ANFP que el lateral usará el 22. El Cacique fue advertido de que el 2+2 con el que presentaron al jugador constituye una infracción a la norma.