Por juego y merecimientos. Por rendimiento y trayectoria. Charles Aránguiz debe tener un lugar en la selección chilena y aunque la ausencia en el último partido se deba a un problema físico, el actual sistema táctico preferido por Reinaldo Rueda invita al debate y pone en peligro su titularidad.
Imposible dirá usted. Cuidado, no es tan así. El técnico colombiano en este comienzo del proceso ha decidido jugar con un 4-2-3-1. Esto significa que en el mediocampo utilizará dos volantes centrales y dejará tres por delante de ellos acompañando al delantero de área. En la mayoría de los casos, los cuadros que usan este ordenamiento suelen escoger a un rompedor neto y un mixto para la línea de dos medios. Poniéndole nombres al esquema y tomando en cuenta que Rueda ya dijo que no quiere usar a Gary Medel como defensor, éste debiera ser uno de ellos. De hecho, ahí jugó frente a Dinamarca. Es su posición natural y la mejor opción. Al lado de él se instala el debate. Charles Aránguiz, por características, debiera ser su acompañante, pero Arturo Vidal es el mejor del mundo cumpliendo esa función.
Para que estén juntos, en este sistema táctico, hubo que sacrificar a alguno como se hizo frente a Suecia, adelantando a Vidal para que funcione como enlace. En el primer partido cumplió porque tiene una inmensa calidad, pero en el segundo ya evidenció mucha incomodidad jugando de espaldas al arco rival.
¿Por qué poner de enlace al mejor mixto del mundo? Resulta equivocado, poco inteligente, es dar una ventaja al adversario. Por tanto, la conclusión es que debe ser el compañero de Medel en la zona de los pivotes. Entonces, qué hacemos con Aránguiz. ¿Adelantarlo como enlace? No es su puesto, es perderlo. ¿Ponerlo abierto a la derecha pegado a la banda? Tampoco. Lo desperdiciaríamos como el buen interior que es. ¿Cambiar el sistema táctico? Puede ser, aunque en algunos técnicos es más que una simple referencia.
Marcelo Bielsa, por ejemplo, prefería hacer jugar a Chupete Suazo de puntero derecho para dejar a Marcelo Salas de centrodelantero, antes que renunciar a sus tres puntas. Veremos si Rueda es de esa idea o se acomoda a las características de los jugadores. De cualquier manera, aquí está planteada una de sus primeras misiones, encontrarle lugar a Charles sin sacrificar al Rey Arturo.
Es necesario, para no afectar la calidad de un equipo que construyó sus mejores momentos con ambos dentro de la cancha. Aunque sus características sean similares, es deber del técnico potenciar esa situación y replicarla en esta nueva etapa. Los sistemas tácticos y los ordenamientos son importantes. Los jugadores más.