Diego Maradona es sinónimo de grandeza, es uno de los futbolistas mas icónicos que ha entregado el fútbol en la historia. Sin embargo, hay una historia poco conocida del 10 con la Champions League, una competición que le fue muy esquiva y que finalmente nunca pudo conseguir.
El astro argentino jugó un total de 10 años en Europa, siendo el Napoli el paso más exitoso en su carrera profesional, dejando de lado lo realizado en la selección argentina. En su paso por el Napoli, entre las temporadas 1984-1990, logró coronarse con dos scudettos, además de una Copa Italia. En la temporada 1989 lograría el primer título europeo, y el único en su carrera, alzándose con la Copa UEFA ante el Stuttgart.
No obstante, su gran deuda fue la Champions League, que en ese entonces era conocida como la Copa de Europa y que era muy diferente en el formato a como la conocemos actualmente. Maradona no tuvo muchas apariciones en esta competición, debido a los cupos muy limitados que existían para cada país.
¿Por qué le fue tan esquiva la Champions League?
Durante esos años la Copa de Europa solamente contaba con la participación de un representante por cada país, el campeón de la liga. En total, eran 31 representantes, donde participaba el campeón de la edición anterior y 31 países de Europa, en la que Luxemburgo, Irlanda del Norte y Finlandia tenían la misma cantidad de representantes que España e Italia. Otro dato es que en ese formato no existía la fase de grupos, la competición era a duelos de eliminación directa, con partidos de ida y vuelta, exceptuando la final que era en un estadio neutral y a partido único.
Este formato limitó a Maradona a disputar la Champions solamente en dos oportunidades: en 1987/88 y 1990/91, años en los que ganó la liga italiana. Si en ese entonces hubiese existido el formato actual, el argentino hubiera estado presente durante nueve años en la competición, puesto que sus equipos casi siempre culminaron la temporada en puestos de competiciones europeas, a excepción de su primera temporada en el Napoli.
En su primera aparición en el año 1987 la suerte no los acompañó, puesto que en la primera ronda les tocó enfrentar al Real Madrid, el rey de la competición. En el partido de ida, jugaron en un Santiago Bernabéu vacío, puesto a una sanción que estaban cumpliendo los merengues, donde los españoles lograron vencer por 2-0. “Es horrible jugar sin público, es jugar adentro de un cementerio”, declararía Maradona posterior al partido. En el partido de vuelta en el estadio San Paolo, ahora llamado Diego Maradona, los locales pudieron colocarse en ventaja con gol de Giovanni Franchini, encendiendo las ilusiones de los italianos, pero Emilio Butragueño apagaría el sueño del astro argentino de seguir en competencia. El encuentro culminaría con un 3-1 global, siendo eliminados en primera ronda.
Su segunda y polémica aparición
Luego de obtener su segundo scudetto en el año 1989, el Diego tendría una nueva oportunidad de poder competir por una Copa de Europa. Esta vez, la suerte estuvo de su lado en la primera ronda, puesto que les tocó con el campeón de Hungría, el Újpest Dozsa. En la ida, en Italia, los napolitanos vencieron cómodamente a los húngaros por 3-0, con dos goles de Maradona, sus únicos goles en la competición. En la vuelta, el Napoli venció por 2-0 al Újpest, ganando la serie por un 5-0 final.
En octavos de final vendría una serie polémica para el 10, puesto que enfrentarían al Spartak de Moscú. El mediocampista argentino no estaba teniendo la mejor relación con la directiva del club, sumado a lo ocurrido en el Mundial de Italia 1990, donde una parte de la relación entre Maradona y la afición se rompió, por esa razón, es que durante esa temporada comenzó a faltar a entrenamientos. Para la definición en la cancha del Spartak de Moscú, Maradona no llegó al vuelo junto a sus compañeros, donde algunos jugadores fueron hasta su casa a buscarlo y no obtuvieron respuesta por parte de él.
Finalmente viajó al día siguiente pero con una escala previa: quería conocer la Plaza Roja de Moscú, algo prácticamente imposible debido a que se encontraba cerrada porque al día siguiente había un evento en ese lugar. Sin embargo, en su insistencia, su representante movió cielo, mar y tierra para conseguir que Maradona consiguiera visitar la plaza, consiguiendo entrar por 5 minutos.
Tras esta escala, el mediocampista entró entre los suplentes para el partido, debido a su indisciplina al no presentarse al vuelo con sus compañeros. Pero el detalle es que, en la normativa de ese tiempo salía que los jugadores titulares jugaban con los dorsales del 1-11 y los suplentes del 12-16, con eso Maradona tuvo que disputar el encuentro con el dorsal 16. Finalmente, entró al minuto 63 con el marcador 0-0 en un día con mucho frío y con nieve.
El duelo concluyó con el marcador 0-0, tanto en el tiempo reglamentario como en el tiempo extra, yéndose a la definición por penales, donde el cuadro italiano caería eliminado. Esa sería la última aparición en Copa de Europa para Diego Maradona, tres rondas jugadas donde solo avanzó en una oportunidad a la siguiente fase y marcando dos goles.