El Manchester United y el Manchester City le quedaron debiendo a la historia: igualaron sin goles

El choque entre ambas escuadras de Manchester no fue de alto vuelo.
El choque entre ambas escuadras de Manchester no fue de alto vuelo. Foto: @ManUtd.

Ambos equipos salieron a la cancha del Old Trafford con la misión de no perder y arriesgaron muy poco para evitar encontrarse con un gol en contra.



Las escuadras de Manchester llegaban a su encuentro con un claro objetivo: no empañar aún más las malas campañas que han tenido durante esta temporada en la Premier League.

Con un esquema claramente defensivo, los Diablos Rojos buscaban controlar el juego colectivo de sus vecinos y aprovechar la velocidad de Garnacho y Fernandes para buscar el gol.

En tanto, los dirigidos por Pep Guardiola no se sintieron cómodos en la cancha del Old Trafford y recién a los 18 minutos se crearon su primera ocasión de gol con una buena jugada de De Bruyne.

Aunque Dorgu (27′) y Casemiro (40) buscaron el arco celeste, la llegada con más peligro la protagonizó Kovacic cuando con un tiro cruzado casi bate la resistencia del portero Onana (39′).

El descanso llegó con estadísticas pobres para un partido de esta envergadura, solo cuatro tiros totales para cada oncena y solo dos de ellos -uno para cada uno- fue a portería.

Los rojos crecen en el complemento

Por lo mismo, se esperaba que Guardiola y su colega Ruben Amorim realizaran cambios drásticos en los vestuarios y los equipos salieran con otra actitud. Pero, aunque los locales adelantaron sus líneas, las emociones siguieron llegando a cuentagotas.

De entrada Foden ingresó por la izquierda y parecía que coronaba su jugada con una celebración, pero el pie de Mazraoui apareció en el momento justo para salvar la más clara ocasión de gol del partido.

Y aunque el Man-U intentó despertar y buscar el pórtico de Ederson, sus ataques siempre se diluían en la entrada del área por la correcta acción de la defensa ciudadana. Por lo mismo, sus seguidores lamentaron que Ugarte fallara ese tiro de media distancia que sacó tras un mal despeje (70′), pues parecía que no habría otra chance para quedarse con los tres puntos.

El City sintió el peligro y el United agarró confianza. Y fue así como Dorgu arrancó por la izquierda en el minuto 77 y tiró un centro atrás que conectado por el recién ingresado Zirkzee. Remate que provocó la gran salvada de Ederson y cambió el partido: los rojos se adueñaron del balón y los de Guardiola sólo corrieron tras la pelota.

Desde ahí fue todo para los discípulos de Amorim y los Citizens comenzaron a defender el punto para no seguirse alejando de puestos de Champions League (quedaron quintos y clasifican los primeros cuatros). Por ende, quedó la sensación de que los anfitriones se merecían el gol de la victoria. Aunque el triunfo hubiese sido demasiado premio para un equipo que regaló la etapa inicial y que sólo se acordó de su rica historia en el último tramo del partido.

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