El drama se apoderó del Estadio Al Thumama. Con un gol de Youssef En-Nesyri, Marruecos vencía por la cuenta mínima a Portugal y la tensión crecía cada vez más. Los africanos resistían ante los embates lusos y buscaban convertirse en la primera selección del continente en clasificar a la ronda de los cuatro mejores.

En el séptimo minuto de agregado se desataró la algarabía. Un centro de Rafael Leao fue en busca del área magrebí, mientras que los futbolistas portugueses fueron con todo con el propósito de conectar el envío. Pepe se impuso en el borde del área chica, pero su remate se fue desviado muy cerca del vertical izquierdo de Yassine Bounou, una de las figuras de Marruecos no solo en el encuentro, sino que a lo largo de toda la Copa del Mundo.

Jawad El Yamiq, dentro de la emoción y una clara espontaneidad, besa la cabeza del experimentado zaguero del Porto. A falta de poco más de un minuto, tanto marroquíes como lusos lo sabían. Esa parecía ser la última ocasión de peligro y así fue. El juez Facundo Tello, cuestionado por los lusos debido a su arbitraje, pitó el final del partido. Cristiano Ronaldo, entre lágrimas, dejó la cancha al instante. Mientras en los europeos afloraron las caras de decepción y tristeza, los africanos protagonizaron una verdadera fiesta.

Y claro, la emoción era lógica. La selección marroquí concretó una gesta histórica. Incluso se podría hablar de épica, pues los africanos no solo se convirtieron en los primeros en alcanzar las semifinales, sino que clasificaron primeros en su grupo y dejaron en el camino a potencias como Bélgica, España y Portugal. Están invictos en el certamen y son la valla menos batida. Detrás de la hazaña hay figuras excluyentes como Bono, Achraf Hakimi, Sofyan Amrabat, Hakim Ziyech o Sofiane Boufal, pero sobre ellos está Walid Regragui, el entrenador y gran gestor de la revelación del Mundial.

¿Quién es Regragui?

“Somos un equipo al que todos aman por talento y calidad. El dinero no consigue superar la pasión. Esto no es un milagro, es trabajo. Todo el continente está feliz por nosotros. Somos el Rocky Balboa del Mundial, tenemos su espíritu”, aseguró Regragui, apodado como el Mourinho marroquí. Debido a su carácter y personalidad, el adiestrador fue denominado en honor al portugués, actual entrenador de la Roma.

Walid Regragui, de 47 años, lideró a la selección marroquí a las semifinales de Qatar 2022. Oriundo de Corbeil-Essonnes, Francia, y criado en el país europeo, el técnico decidió representar al país de sus padres, el que visitaba cada verano. Todas las vacaciones retornaba a Castillejos, localidad que está siete kilómetros de Ceuta, ciudad española situada en territorio africano marcada por los problemas de migración. Ahí generó un gran sentimiento de pertenencia con el país.

Hace ocho años se convirtió en entrenador. Finalizó su carrera como futbolista profesional en la que destacó como lateral derecho entre 1998 y 2011, llegando a vestir las camisetas del Toulouse, Ajaccio, Dijon y Grenoble. En este último, en 2007, compartió camarín con Olivier Giroud, ariete de Francia, que comenzaba a integrarse al primer equipo. Además, en el Racing de Santander español fue compañero de Lionel Scaloni, estratega de Argentina. Hoy los tres son semifinalistas de la cita planetaria.

Regragui se ha caracterizado por ser un estudioso del fútbol, pero eso también lo desarrolló fuera del campo. El adiestrador se destacaba con los libros, pues obtuvo un diploma de estudios universitarios generales en ciencias económicas y sociales, lo que lo llevó a debutar como futbolista recién a los 21 años.

Luego de retirarse como jugador, Walid inició su nueva etapa como asistente de Rachid Raoussi en el seleccionado africano. Posteriormente, decidió afrontar el desafío como principal y estuvo cinco años en el FUS Rabat, equipo con el que obtuvo el primer título de su historia, en 2016.

Poco a poco fue escalando y sumando trofeos. En 2020 ganó la liga con el Al-Duhail qatarí, lo que lo llevó a retornar a su país, pero esta vez a una de las escuadras más populares e importantes, el Wydad Casablanca. En su primera temporada, Regragui conquistó la Champions League Africana (2022) y el campeonato local. En septiembre de este año, a solo 72 días del inicio del Mundial, fue llamado por la federación marroquí para dirigir a la selección nacional.

Abrupta llegada

Vahid Halilhodzic dejó el cargo a pocas semanas de que empezara el Mundial. El entrenador venía cuestionado tras ser eliminado en los cuartos de final de la Copa Africana de Naciones, en 2021, y mantenía una compleja relación con una serie de futbolistas del elenco. Los Leones del Atlas no estaban de acuerdo con los métodos “excesivamente autoritarios” del entrenador, lo que lo llevó incluso a separar del equipo a jugadores de la talla de Hakim Ziyech.

“Con gran tristeza tengo que anunciar que no jugaré para Marruecos. Lamento decepcionar a los seguidores. No fue una decisión fácil, pero siento que no tengo otra opción. Di todo por la selección durante años y apoyé al equipo toda mi vida. La Federación sigue difundiendo desinformación sobre mí y mi dedicación a mi país, y sus acciones me imposibilitan ser parte del plantel”, señaló el volante del Chelsea en marzo del año pasado, tras renunciar a la selección:

La federación y Halilhodzic parecían estar en sintonía ante la supuesta “falta de compromiso” del nacido en Países Bajos, quien también era apuntado por tener costumbres poco árabes y más bien europeas. “No puedo llamar a un jugador como Ziyech, ni, aunque sea Lionel Messi. Puede arruinar el ambiente en el grupo. Por primera vez en mi carrera de entrenador he visto a un jugador de la selección que no quiere entrenar y decir que está lesionado, aunque las pruebas médicas han demostrado que sí puede jugar. No toleraré este comportamiento mientras yo sea seleccionador. Ya le he perdonado dos veces, una tercera es demasiado”, señaló el entrenador en su momento.

La situación escaló aún más. Desde el entorno de Ziyech acusaron que el técnico tuvo una falta de respeto con el fallecido padre del futbolista. Halilhodzic aseguró que podría ser el papá del jugador debido a la amplia diferencia de edad, pero se rectificó rápidamente señalando que “lamentablemente ya no está”, algo que el volante se tomó como una ofensa.

El bosnio se despidió de la selección de Marruecos y se quedó nuevamente sin dirigir un Mundial con un equipo al que él clasificó. Lo mismo le ocurrió con Costa de Marfil en Sudáfrica 2010 y con Japón en Rusia 2018. En tanto, Regragui asumió el mando de un elenco golpeado, que contaba con serios problemas dentro del grupo.

Vahid Halilhodzic, exentrenador de Marruecos. Foto: AFP.

En esa línea, el Regragui volvió a juntar al plantel y recuperó a jugadores no nacidos en Marruecos, convirtiéndose en el equipo con mayor representación de jugadores no oriundos del país que presenta (14) en la copa. De esta forma Amallah, Chair, El Khannous, Zarouy y Ziyech volvieron a la selección y viajaron a la cita planetaria. Previo al Mundial, los magrebíes solo disputaron tres partidos de preparación, los que fueron los únicos encuentros del técnico previos a Qatar 2022. A pesar de esto, el entrenador no solo sacó adelante la tarea, sino que se encumbró como la gran revelación del certamen.

Desde que llegó hizo una nueva táctica y un nuevo grupo que funciona. Nos hemos adaptado muy bien y los rivales que juegan contra nosotros sufren para batirnos y lograr goles. Estamos motivados”, aseguró el delantero Zakaria Aboukhlal posterior a la victoria sobre Portugal, día en el que Regragui cumplió cien días como entrenador de Marruecos.

El estratega confía en sus pupilos y en su trabajo. De esta manera prepara el crucial duelo que se disputará el próximo 14 de diciembre en el Al Bayt. Marruecos se medirá ante Francia, la actual campeona del Mundo, y buscará seguir escribiendo su historia: “Empatar con Croacia, ganarle a Bélgica, a Canadá, que es la campeona de Norteamérica, eliminar a España y ganarle a Portugal no es un milagro, es fruto del trabajo”, señaló Regragui tras la victoria sobre los lusos.

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