El gran golpe del mercado veraniego fue la llegada de Matías Zaldivia a la U. El defensor de 32 años dejaba atrás siete temporadas en Colo Colo para sumarse al conjunto laico y transformarse en pieza fundamental del proyecto presentado por el técnico Mauricio Pellegrino. Hoy, los estudiantiles visitan a Unión Española, en el Santa Laura, con la ilusión de seguir en la parte alta del Torneo Nacional.

Sin embargo, su arribo no estuvo exento de polémica. Zaldivia no sólo era un referente del conjunto albo, también traía un historial de lesiones que ponía en duda su aporte a la tan ansiada resurrección del conjunto estudiantil.

De hecho, el nacionalizado chileno llegaba con un promedio de 21 duelos por año debido a las nueve dolencias que sufrió en Macul, entre ellas, la que sufrió en el tendón de Aquiles y dos roturas de ligamento cruzado.

Antecedentes que estuvieron sobre la mesa, cuando el jugador conversó por primera vez con el adiestrador argentino y que fueron descartados inmediatamente por éste último. Es que el actual estratega de los estudiantiles tiene un método bastante particular para evitar que sus jugadores sufran molestias físicas graves y se lo explicó de manera detallada al central.

El método Pellegrino busca evitar que los futbolistas que hayan sufrido mermas en el pasado, recaigan en el presente. ¿Cómo? El dueño del buzo azul excluye de su planificación las visitas al gimnasio. No los hace trotar en las máquinas ni menos les pide que hagan pesas. ¿El motivo? El argentino cree que esos ejercicios solo generan una sobrecarga y no generan el mismo estímulo que se puede provocar durante un partido.

Además, cada jornada puede comenzar o terminar con una larga sesión de masajes y toda la exigencia se da en cancha: piques largos y cortos, ejercicios de presión, velocidades y una intensidad que se asemeja a un partido, para que cada uno de los futbolistas pueda rendir cómo lo exige el DT.

De hecho, la mayoría de las lesiones largas en el Centro Deportivo Azul son de aquellos que hoy no están siendo considerados en los duelos de la temporada (Luis Felipe Gallegos, Franco Lobos y José Castro, por nombrar algunos) y la excepción a la regla la pone Leandro Fernández, pero por una infección al pulmón producto de una neumonía y no por un malestar muscular.

Por lo mismo, no es extraño que Matías haya sido titular en los 14 duelos que disputó en el torneo (sumó 1205 minutos) y también haya entrado en los estelares que jugaron la Copa Chile. Temporada que también le permitió ser llamado a la Selección Chilena, dónde jugó uno de los tres compromisos que se disputaron en la última Fecha FIFA, y que llamó la atención del mercado extranjero (Emiratos Árabes).

“Tanto para el club como para Mauricio Pellegrino, Matías es muy importante. No estamos esperando que llegue nada, pero si sucede, lo veremos. Pero queremos que siga con nosotros”, aseguró la semana pasada el gerente deportivo de Azul Azul, Manuel Mayo.

Palabras que fueron refrendadas por el defensa, el cual dijo estar “tranquilo” en Universidad de Chile, pues “tengo contrato vigente”. El vínculo entre ambas partes termina en diciembre, pero se renovaría automáticamente si es que el deportista juega el 60% de los minutos que se disputan en el Campeonato (le faltan casi cinco partidos).

“Sabemos lo complicado que fue su llegada, pero lo que habíamos analizado era que con su personalidad, con su juego y profesionalismo, iba a tomar un rol protagónico y esperamos, que hay ciertas cosas en contrato que nos permiten estar tranquilos”, insistió Mayo.

Pero ahora el sitial de Zaldivia no es el mismo que tenía cuándo firmó por primera vez y el método Pellegrino lo tienen transformado en una de las figuras de este año, por lo que el exalbo y su entorno esperan una mejora para el año que viene.

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