Los Juegos Panamericanos implican intensidad. En las competencias y en la antesala de ellas. Más aún frente a imprevistos que producen desajustes, como aconteció en las primeras pruebas del remo en San Pedro de La Paz. La niebla que cayó en las primera horas de la mañana obligó a retrasar el programa y, con ello, se desordenó completamente la planificación de los deportistas. Las hermanas Antonia y Melita Abraham forman parte de esa lógica.
Las Abraham pudieron sobreponerse a los percances y se terminaron llevando la medalla de plata en el doble par de remos cortos, un logro que si bien mezcla la decepción por haber visto escapar el oro, viene a engrosar la brillante participación que han cumplido. Antes, eso sí, los problemas alcanzaron a desconcentrarles y, particularmente, a irritar a su entrenador, Bienvenido Front.
La furia
En medio del desorden que produjo el imponderable atmosférico, se produjo la inesperada notificación de que las Abraham debían presentarse en la partida. La orden era perentoria: tenían que hacerlo a las 9.30 horas. El problema es que, según los cálculos del preparador español, cumplir con ese límite resultaba imposible.
Fue ahí cuando se produjo su furibunda reacción. “A las 9:30 no llegamos, nunca, no se puede dar”, replicó, inmediatamente, ante la organización, según un video captado por DLT Sports.
La tensión de la escena es evidente. “Estoy de acuerdo contigo, pero yo no soy el responsable”, fue la respuesta que recibió de parte de un miembro de la organización. “Ustedes tienen más voz que yo para decir que no se puede. No harán nada. Vamos a llegar y van a dar la salida y nos van a dejar a todos ‘cagados’. Tienen que atrasar, no llegan, es imposible. Quince minutos es imposible”, insistió el europeo, ya completamente fuera de sus casillas.
El reloj, esta vez, jugó en favor de los intereses de las Abraham, de su entrenador y, en definitiva, del deporte chileno. Aunque la programación se mantuvo inalterable, finamente la prueba largó diez minutos después de lo que estaba previsto. El binomio nacional alcanzó a presentarse para cumplir la obligación y lo hizo como en todos los Juegos: a la altura de la circunstancias.
Aunque la victoria quedó en manos de las estadounidenses Verónica Nicacio y Madeleine Focht, las hermanas doradas del remo chileno igualmente pusieron a Chile entre los mejores del continente, en una disciplina que no ha parado de brindar satisfacciones.
Las rabias, esta vez, quedaron atrás.