Luka Modric suele ser un futbolista templado. La pausa que pone en la cancha es prácticamente su estilo de vida. Sin embargo, a veces, muestra que es capaz de perder la paciencia. En esta ocasión lo hizo en un partido. Jugando por el Real Madrid, el mediocampista no quedó para nada contento con la decisión de Carlo Ancelotti de sustituirlo en el enfrentamiento ante el Real Betis.
Este sábado, el técnico estimó que el croata no estaba haciendo su mejor partido. Por lo que lo sacó del campo de juego cuando el cronómetro marcaba 70 minutos. En su lugar ingresó Daniel Ceballos. A esa altura, el encuentro estaba 1-1 y los de la capital de España buscaban ganarlo para no tener la posibilidad de dejar ir el liderato de LaLiga.
Cuando Modric vio el tablero que levantó el cuarto árbitro su sorpresa fue máxima. Se dirigió al borde de la cancha muy ofuscado, diciendo palabras de reproche. Luego saludó de manera fría a su compañero y antes de sentarse pateó una botella, generando sorpresa a su alrededor, ya que pocas veces expone aquella faceta. Probablemente, el volante sabía que no fue su mejor exhibición en el encuentro.
Modric tuvo un porcentaje muy alto de eficacia en el tiempo que estuvo en la cancha: 92 por ciento. Pero no fue gravitante en el armado. Solo fue preciso en un remate al marco, de tres que intentó. Además ganó solo una entrada. El técnico infirió con eso que ya no podría arcar la diferencia en los últimos 20′. El Real Madrid se había puesto en ventaja a los 53′, con otra anotación de Jude Bellingham, quien está en un gran momento. Sin embargo, el equipo de Manuel Pellegrini lo empató a los 66′, con un gol de Aitor Ruibal