Este martes, Michel Platini fue detenido en Francia. Al ex futbolista y ex presidente de la UEFA se le investiga por las acusaciones de corrupción en la asignación de la sede del Mundial a Qatar, una situación que recuerda el día en que la misma razón le costó un castigo al ex presidente de la ANFP y actual vicepresidente de Blanco y Negro, Harold Mayne-Nicholls.
En julio de 2015, Mayne-Nicholls, quien fue parte de la evaluación para las candidaturas de Rusia y Qatar para los mundiales de 2018 y 2022 fue sancionado a siete años de inactividad por infringir el Código de Ética de la FIFA. Según el organismo, el directivo antofagastino infringió los artículos 13 (Reglas generales de conducta), 15 (Lealtad), 19 (Conflicto de intereses) y 20 (Aceptación y ofrecimiento de obsequios y otros beneficios) al pedir "favores personales para familiares cuando presidía la comisión de evaluación sin actuar en interés de FIFA". El 22 de abril de 2016 la Comisión de Apelación de la FIFA estimó en parte su recurso y redujo de siete a tres años el periodo de sanción. En julio de 2017, el TAS estimó que la inactividad por años que había cumplido "representa una sanción apropiada y proporcional".
A fines de junio del mismo año, la FIFA hizo público el Informe García, que debe su nombre a que fue elaborado por el fiscal estadounidense Michael García. Su contenido incluye la investigación para las adjudicaciones de los mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022. La letra K del capítulo 10, que se refiere a la asignación del evento a los asiáticos menciona a Mayne-Nicholls, presidente de la comisión evaluadora. El documento consigna que el dirigente chileno buscó conseguir beneficios para sus familiares y el gimnasta Tomás González a través de un personero ligado a la postulación qatarí: el director de la Academia Aspire de Qatar, Andreas Bleicher.
Mucho antes, en 2013, Mayne-Nicholls había sugerido que el evento cambiara de fecha. ""Si la jugáramos en mayo y junio, (la Copa del Mundo) podría partir el 20 de mayo y terminar el 19 de junio, cuando el clima debiese estar cálido pero no con el calor de julio. La final de la Liga de Campeones podría ser el 30 de abril", planteó en esa oportunidad, en Londres.
El favor
"¿Tienes la posibilidad de recibir en el nivel de fútbol a mi hijo Oliver que es delantero, mi sobrino Nicolás que es arquero durante enero y febrero para verlos y evaluarlos?… Además mi cuñado, antiguo jugador de Copa Davis, estuvo de vacaciones en Qatar un par de veces y él está realmente interesado en tener la posibilidad de ser técnico de tenis profesional en Qatar. ¿Puedo darle tu correo y le puedes informar sobre alguna posibilidad?", fue lo que le escribió Mayne-Nicholls a Bleicher según se desprende del texto. En septiembre de 2010, recibió respuesta: "Sería un honor para nosotros recibir a tu hijo y a tu sobrino para una evaluación en fútbol y entrenamiento en Aspire". También se le abrió la posibilidad de un contacto para su pariente político.
Mayne-Nicholls pidió otro favor: recibir en la citada academia a juveniles de Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, El Salvador y Copiapó a modo de intercambio. Para esa solicitud, la respuesta fue negativa. La FIFA determinó que ahí termina la comunicación.
Un correo enviado el 25 de mayo de 2011 que menciona al gimnasta Tomás González revela la insistencia de Mayne-Nicholls. "Mayne-Nicholls que ya había dejado la presidencia de la ANFP y que estaba en el proceso de formar una fundación relacionada a deportistas jóvenes escribió que 'me gustaría mucho discutir contigo la posibilidad de un acuerdo de cooperación entre nuestra Fundación y Aspire'…'me gustaría saber si el gimnasta chileno Tomás González estará capacitado en entrenar en Aspire'", sostiene Bleicher. A las dos semanas, se produjo la respuesta, en términos formales. "Discutiremos la posibilidad de cooperación (con la fundación) a su debido tiempo...". El eventual respaldo para Tomás González quedaría en mano de la federación qatarí.
Para la FIFA, Bleicher "entendió la importancia de evitar cualquier interacción con Mayne-Nicholls para evitar conflictos". En cambio, el ex presidente del fútbol chileno abusó de su posición y permitió que sus intereses personales intervinieran en aspectos oficiales. Esa razón motiva el enérgico castigo original por siete años, que luego se rebajó a tres. La disposición del TAS le permitió al dirigente quedar habilitado un año antes.