Mauricio Isla ha vivido días de vaivenes. De concitar atención por su retorno al fútbol chileno y recibir profusos elogios por su debut en el partido ante San Felipe, el Huaso pasó a ser apuntado por su decisivo error en uno de los goles de la caída de Universidad Católica frente a Sao Paulo, por la Copa Sudamericana. Aún así, el grado de intensidad en la atención por el inicio de su estadía en el club de Las Condes, que marca su estreno como profesional en el fútbol chileno, no disminuye.

El buinense se toma el tiempo para repasar su trayectoria. Incluso desde sus orígenes. Recorre las instalaciones de San Carlos de Apoquindo y evoca su infancia, cuando se formó en la UC y dormía en la residencia que el club disponía para los jugadores de proyección que provenían de lugares alejados. “En la Católica hacían campeonatos y uno aprovechaba esa oportunidad para ser pelotero y sumar un poco más de dinero. Igual me acuerdo que nos tocaba la responsabilidad de cuidar a los más chicos”, rememora en la entrevista que le concedió a la plataforma Cruzados +, que emite contenido exclusivo dedicado a los socios y accionistas de la institución estudiantil.

Salíamos en invierno, con la oscuridad que había, a contar historias de terror o jugábamos a la escondida, lo pasábamos bien”, repasa en otra de sus intervenciones.

Lives y reconocimiento a Bravo

Isla también alude a sus experiencias en la Selección. Y, en ese contexto, revela detalles desconocidos de la convivencia interna del plantel nacional, en su condición de referente de la Generación Dorada, el grupo de jugadores más exitoso que ha arrojado el país. Particularmente, se detiene a repasar las aplaudidas intervenciones en las redes sociales que se dieron durante la disputa de la Copa América en Brasil, como los lives en Instagram que se transformaron en material de audiencia para miles de seguidores. “En ese tiempo había un respeto enorme con Claudio (Bravo), pero no una amistad tan grande, que se formó ahí”, precisa, respecto del vínculo con el capitán de la Roja. “No soy muy bueno para el tema del Instagram. Eso salió, se formó cuando estuvimos en la Selección, en la pandemia, con Claudio. Claramente, Claudio es mucho más cercano a la gente, le gusta hablar. Yo creo que porque está un demasiado viejo”, bromea.

Todos los periodistas y la gente ven un poco más cercanos a Edu, a Charles y a Alexis. En ese tiempo, había un respeto enorme con Claudio, pero no una amistad tan grande, que se formó ahí. Después llegó Montecinos, también. Tratamos de unirlo de la mejor forma”, relata.

Luego, Isla da paso, inconscientemente, a la revelación más sabrosa. “El gringo Ben, el Náufrago, también se acercó ahí”, desclasifica. “Empezamos como un juego. Y empezamos con el tema de los chocolates. Nunca esperamos que la gente iba a llenar dos piezas de chocolates. Uno dice que la gente está acostumbrada a escribirte, que un saludo a mi hijo, a mi hija, a las alianzas. Y dijimos ‘por qué no podemos pedir algo’. Y salió lo de los chocolates. Llegaron osos, cartas. Fue lindo”, recuerda.

Me gusta cuando la gente que quiere hacer la entrevista está tranquila, porque la gente te va conociendo, se está sintiendo bien”, agrega.

En ese escenario, se pone incluso en la idea de replicar el modelo en la UC. “Zampedri tiene sus pasos también. El Chapa”, proyecta como primeros invitados.

Finalmente, adelanta cómo celebrará su primer gol en la UC. “Bailando cueca. Acá siempre me han conocido como Huaso, así que será bailando cueca. Voy a buscar alguno que baile también, para que me acompañe”, concluye.

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