"Había que salir a buscar el partido, pero nos costó, el nerviosismo nos hizo mella. Es un estado mental que no pudimos superar y en la cronología del año no es la primera vez que sucede. No siempre estamos a la altura de las necesidades, y la necesidad de hoy (ayer) era ganar". Así habló Frank Kudelka en rueda de prensa, luego de que la Universidad de Chile le dijera adiós al título. El empate a cero frente a Iquique incluso pone en riesgo la clasificación directa a la Copa Libertadores, pero al argentino eso es lo que menos le preocupa. La actitud, la mentalidad, eso es lo que sobrecoge al adiestrador de la U.
Estadísticamente, los azules no patearon una vez al arco. Kudelka lo consignó: "Había que ganar el partido y no generamos ninguna situación de gol. El nerviosismo hizo mella, fuimos un equipo práctico, simple, sin grandes destellos, pero siempre con la búsqueda e intención y no lo hicimos. Tuvimos una deficiencia técnica notoria", atizó sin miramientos.
La posibilidad inesperada de pelear un título, de alcanzar al líder, de jugar ante 45 mil personas, afectó al conjunto laico. O al menos eso es lo que se desprende de las palabras del cordobés, que no dejó de repetir: "El nerviosismo hizo mella". "No hubo la riqueza técnica de otros partidos. Nosotros generamos la ilusión, hace un mes estábamos peleando un cupo de Sudamericana, hoy es un tercer puesto, pero a mí no me alcanza. Terminar segundos sería muy bueno, pero tengo tristeza. Queríamos llegar con fortaleza al último partido y para eso teníamos que haber ganado", agregó.
Sin embargo, con la derrota ya consumada, y con el espejismo que ocultó durante las últimas fechas la irregular campaña laica, ya desvanecido; el ex adiestrador de Talleres volvió a la carga con la excusa del plantel corto, de la propia insuficiencia. "Hoy (ayer) luchamos contra nuestros propios recursos. Hay que ser honestos, nunca fuimos un equipo deslumbrante, pero nuestra seguidilla de triunfos con simpleza nos llevó a esta esperanza de la lucha por el título", declaró, para luego asegurar: "Si bien no es una catástrofe, te rompe la ilusión".
En las Tribunas, en tanto, Johnny Herrera fue testigo del desenlace fatal de su equipo en el torneo. Y no ocultó su pena. Llegó a las lágrimas, incluso, al ver cómo sus compañeros dejaron escapar la opción de pelear el título hasta el final. La U debe superar pronto el mazazo, con la obligación de vencer a Curicó en la última fecha (y esperar la caída de la UdeC ante Colo Colo), para ir a la fase de grupos de la Copa Libertadores.