“El Niño Maravilla pequeño”: el nuevo estatus y el escudo protector de Darío Osorio en la Roja
El oriundo de Hijuelas es el jugador de mayor proyección en el combinado nacional. La sentencia excede, incluso, a la gestión de Ricardo Gareca. Su irrupción en el fútbol danés y en el Equipo de Todos empiezan a fraguarle, además, el respeto de sus compañeros.
A Mauricio Isla le basta una imagen para unir a dos generaciones de la Selección. Los actores son tres. Uno de ellos, de hecho, es el Huaso. Sin embargo, el buinense se resta de un rol protagónico en la fotografía para endosárselo a quienes completan el cuadro y, en rigor, se los traspasa directamente. De hecho, establece entre ellos una suerte de sucesión. A Alexis Sánchez lo señala como El Niño Maravilla grande. A Darío Osorio lo categoriza como El Niño Maravilla pequeño.
El bautismo es uno de los intentos que realiza el defensor de Independiente, uno de los bastiones de la Generación Dorada, de darle un apodo al jugador formado en la U, que ahora brilla en el Midtjylland de Dinamarca, cosecha elogios de grandes figuras del fútbol del Viejo Continente y empieza a ser asociado con grandes clubes de esa región del planeta. Sin ir más lejos, desde hace un par de semanas se habla de un salto cualitativo enorme, al menos como posibilidad: la opción de que fiche en el Liverpool de la Premier League inglesa.
Todos lo quieren
Para que se produzca el salto aún deben pasar varias cosas. De hecho, la participación de Osorio en la Copa América puede resultar decisiva para la definición de su futuro. Una buena presentación en el torneo de nacionales más antiguo del mundo le posicionará con claridad en el radar de los grandes clubes, si es que ya no lo está. A este tipo de certámenes, las grandes potencias suelen dejarse caer con toda la solvencia de sus amplias billeteras. El valor de mercado del jugador, quien acaba de festejar el título en el país nórdico, siendo vital en la última campaña de su escuadra, ya alcanza los US$ 7,5 millones, cifra desde ya superior a los US$ 5,5 millones que recibió la U por su carta en agosto de 2023. Ese valor ya habla de la notoriedad que empieza a adquirir en el fútbol europeo. Tampoco es impensable que algún club de alcurnia cruce ostensiblemente esa barrera para asegurar quedarse con un futbolista que, además de polifuncionalidad, ofrece un amplio margen de crecimiento: recién tiene 20 años. Está nominado al premio Golden Boy, que distingue al juvenil de la temporada a nivel mundial.
La ambición por tenerle es proporcional al cariño que el exazul empieza a ganarse en el vestuario de la Roja. No es casual, de hecho, que Isla haya salido a blindarlo y que en la imagen también aparezca Sánchez. No es la primera vez que comparan a Osorio con el goleador histórico de la Roja. Los hermana el talento, pero también algunas cualidades personales: ambos provienen de localidades pequeñas y son tímidos hasta que entran en contacto con el balón. Ahí despliegan todo su potencial, El de Sánchez lo conoce sobradamente todo el mundo. El de Osorio empiezan a conocerlo. Lo mismo pasa con los aficionados a nivel local. Ya no son solo los azules quienes empiezan a situar su mirada en el volante.
Prueba superada
Las expectativas sobre Osorio se generaron paralelamente con su aparición en el alto rendimiento. En la Selección, de hecho, ya en la época en que Eduardo Berizzo dirigía a la escuadra nacional ya se había instalado la certeza. Desde el interior de Juan Pinto Durán, la presunción tardó poco en convertirse en convicción: el hijuelense no solo era un jugador técnicamente bien dotado. Con propiedad, se podía afirmar que cumplía con los parámetros para convertirse en un jugador de primer nivel. Aparte del Toto, quien más convencido estaba era el español Francis Cagigao, entonces gerente deportivo de las selecciones nacionales.
El arribo del Tigre, que coincidió con la consolidación en el fútbol danés, fue un nuevo impulso para la carrera del jugador. Aunque no le fue posible observarlo en el choque ante Paraguay, el técnico ya se había forjado la convicción de que será una pieza clave en su ciclo: en la gira por Europa, que incluyó la victoria sobre Albania y una caída ante Francia que dejó una imagen más cercana al optimismo que la decepción, Osorio fue capaz de ratificar los progresos que ha demostrado en su paso por el Viejo Continente, donde en las últimas fechas, además, agregó el gol como factor de trascendencia. Ante los balcánicos generó el primer gol. Frente a los galos se consagró: en los 82′, marcó su primer gol con la camiseta de la Selección. Por añadidura, un tanto de alta factura. Otro apunte más para quienes pudieron observarle en Marsella y el mundo.
“Tiene todo para él”
Con seguridad, Isla y Sánchez ven en Osorio al jugador de proyección insospechada que ambos fueron en sus comienzos y que lograron cristalizar. En la U, esa sospecha estuvo instalada desde siempre. “Desde que salió de inferiores se proyectó como un jugador de alta gama. Para todos los que lo vimos. Era un jugador de exportación. No había duda de eso”, enfatiza Rodrigo Goldberg, director deportivo de la U en el momento en que Osorio emergió en la escuadra principal.
Ese momento sigue fresco en la memoria del Polaco. “En 2020, por ahí, Dudamel me preguntó de dónde había salido, donde lo teníamos. Exigió subirlo. Osorio nunca hizo ruido”, rememora. La siguiente referencia es al salto que dio. “Yo pensé que en Dinamarca le iba a costar por el idioma, pero lo ha hecho fantástico. En la Selección también. Ojalá que pueda consolidarlo”, establece.
En las palabras del Huaso y del tocopillano, Goldberg observa, además, la base para que Osorio ofrezca todo su potencial. “Si hay un contexto, un ambiente que lo proteja, que lo empodere, no donde sea la sombra de alguien va a seguir creciendo. Gareca está haciendo eso, dándoles el espacio a los jóvenes para que no se sienta que el equipo ‘parte con este’, como habría sido con Vidal o Medel, más allá de la calidad que puedan tener. Como no está ninguno de ellos, se sienten libres, sin una tremenda sombra. Eso ya les ayuda”, sentencia.
También define la responsabilidad que debe asumir Osorio. “Ahora tiene que marcar esa diferencia. Tiene todo para él. Tiene que sacar el fútbol que, sin dudas, le sobra”, manifiesta. A esa convicción, en el exdelantero llegó desde que lo vio jugar en las divisiones menores azules. “Yo le veía una técnica espectacular. Es un gusto ver cómo le entra a la pelota. Nunca va dando botes, va limpia. El sonido del golpe ya es algo exquisito. Es un jugador diferente”, refuerza. Osorio lo está demostrando. Sus pares comienzan a aplaudirle y a confiar en él.
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