El niño pesadilla

Alexis vive inmerso en su propia pesadilla. No logra despertar, pese a sus constantes intentos de querer poner fin a sus días más negros como profesional. El destino parece estar enfrentado con sus ganas. La difícil decisión de marcharse del Manchester United al Inter de Milán para relanzar su carrera parece haber quedado en cero.

Ayer, luego de visitar al doctor Ramón Cugat, en Barcelona, Alexis ingresó de urgencia al quirófano. Tras una evaluación exprés, el médico experto en recuperar a futbolistas chilenos, entre ellos a Arturo Vidal y Claudio Bravo, decidió operar al tocopillano de la luxación de tendones peroneos del tobillo izquierdo con compromiso retináculo que sufrió en el duelo amistoso que disputó la Roja frente a Colombia, en España.

Los plazos de recuperación lo tendrán fuera de la cancha por los próximos 90 días. Se perderá toda la primera fase de la Champions League, además de los partidos de la fecha FIFA de noviembre en la que Rueda probará por última vez a la Roja antes de las Eliminatorias.

En conversación con La Tercera, el doctor Hugo Marambio analiza la intervención a la que fue sometido el chileno: "Lo de Alexis era cosa de tiempo. Si usted mira sus jugadas durante el último tiempo, el futbolista siempre estaba amagando hacia dentro. No se movía con toda la naturalidad que él acostumbra, pues su tobillo no le daba seguridad. Él siempre estuvo con molestias", dice el jefe del Centro de Salud Deportiva de la Clínica Santa María.

Para el traumatólogo, la dolencia que arrastra Alexis al tobillo desde la Copa América, en el duelo frente a Ecuador, terminó pasándole la cuenta: "El tratamiento al que fue sometido fracasó. Este evento de cirugía es un claro indicio que determina que no se le realizó el tratamiento adecuado entonces. Acá no tiene que ver la edad, ni las mujeres, ni nada", dice Marambio, quien además explica por qué los chilenos viajan a España a operarse: "Lo hacen porque es más barato, esa es la explicación. En Italia e Inglaterra hay igual o mejores médicos", sostiene.

Alexis sigue sufriendo. Otra vez, como ha sido una constante en los últimos dos años, al tocopillano lo frenan las lesiones. Una maldición que coincidió con su salida del Arsenal para recalar en el Manchester United y que hoy, cuando salió de los Diablos Rojos para reencantarse, vuelve a atribularlo.

Hay que remontarse al 29 de noviembre de 2018 para encontrar el inicio del ciclo maldito. Un desgarro en los músculos isquiotibiales de la pierna derecha provocaba su primera gran ausencia: un mes y dos días. En abril se registró la lesión que más tiempo lo tuvo fuera del campo: 43 días. Fue una distensión de ligamento medial de la rodilla derecha, que abrió la disyuntiva respecto de su participación en la Copa América, torneo que, finalmente, pudo disputar. Para colmo, en mayo, sufrió una extraña complicación: mientras se sometía a tratamiento con máquinas especiales que aceleraban el proceso de curación, se hirió el tobillo derecho con una superficie filosa de las mismas máquinas. Luego llegó el esguince en el tobillo izquierdo, ante Ecuador. Y ante Argentina, en la disputa por el tercer y cuarto lugar, sufrió una dolencia en los isquiotibiales izquierdos.