Hace algunos días, Alexis Sánchez jugaba con la portada de La Gazzetta dello Sport, cuando cambió la palabra Inter por Niño, acompañado del vocablo Maravilla. Un aviso de lo que pasó en la última jornada en el Giuseppe Meazza, donde el local cuadro de Lombardía se impuso 2-1 sobre Genoa con gol y asistencia del chileno, quien fue titular.
La novena victoria en línea por la Serie A italiana que le permite sacar una ventaja de 15 puntos sobre el escolta Juventus. Un triunfo trabado ante el último equipo que le había sacado un empate al líder.
Porque el cuadro que dirige Simone Inzaghi ha logrado la madurez suficiente para manejar los partidos de acuerdo con sus términos. Así lo hizo ante la escuadra de Liguria.
Porque, al contrario de otras jornadas, el cuadro lombardo no ejerció esa presión asfixiante que le caracteriza. Manejo el balón por todo el ancho de la cancha en busca de ese espacio para traspasar la resistencia del equipo del técnico italiano Alberto Gilardino, exatacante campeón con Italia en 2006.
A los 7 minutos, una larga habilitación de Nicoló Barella estuvo muy cerca de encontrar solo a Lautaro Martínez, quien llegó un segundo tarde para abrir la cuenta.
Justo en el cuarto de hora, el tocopillano estuvo muy cerca de quedar solo frente al arco. Otro pase filtrado de Barella, con el chileno habilitado y su compañero Federico Dimarco en fuera de juego, advertido por el árbitro Giovanni Ayroldi.
Ocho minutos más tarde, el líder absoluto del calcio estuvo otra vez cerca de abrir el marcador. Barella y Sánchez llegaron juntos al área, pero el italiano trató de habilitar de primera al chileno y la pelota se fue sobre el arco del equipo genovés.
El visitante llegaba mucho menos al arco del Inter, pero se las ingenió para conseguir la más peligrosa. Stefano Sabelli puso un centro preciso para el ítalo-argentino Mateo Retegui, quien cabeceó hacia abajo para obligar a la gran reacción del meta Yann Sommer para sacarla desde la línea.
Pero el líder de la Serie A reaccionó a ese llamado de atención. En la media hora de juego, Barella acercó el balón a Sánchez, quien puso un pase preciso para dejar solo al albano Kristjan Asllani, quien fusiló al meta español Josep Martínez.
Inter ya tenía la mitad de la tarea cumplida, aunque fue por más. A los 34 minutos, Barella ingresó solo por la derecha y ensayó un remate potente que se fue por poco. Sin embargo, antes de impactar a la pelota, el talentoso volante fue impactado Morten Frendrupne le área.
Tras largos minutos de discusión, con VAR e imágenes incluidos, Ayroldi cobró el polémico penal. Pero esta vez no fue Lautaro quien se paró frente a la pelota, sino que el Niño Maravilla, quien remató fuerte a un costado para el 2-0 y así suma su tercera conquista de la temporada.
En el final del primer tiempo, incluso, el local estuvo cerca de anotar el tercero. Sin embargo, el volante armenio Henrikh Mkhitaryan terminó solo la jugada del contragolpe cuando tenía a Sánchez en inmejorable posición.
Final apretado
En el tiempo complementario, la squadra nerazzurra no bajó la intensidad. Al contrario, administró la pelota y el resultado, a la espera de esa rápida acción que sellara el resultado.
A los 52 minutos, Inter estuvo muy cerca de conseguir la tercera, en un par de acciones. Primero fue con un remate franco de Matteo Darmian tras una gran habilitación del tocopillano. Luego, fue Mkhitaryan quien probó al meta Martínez.
Sin embargo, el equipo de Liguria aprovechó una de las pocas que tuvo. A los 54 minutos, el mexicano Johan Vásquez tomó una pelota en el vértice del área para clavar un zurdazo bajo en el 2-1 de Genoa.
A los 64′, Inzaghi decidió la salida de Sánchez, quien se fue ovacionado por gran parte de la hinchada interista. En su lugar ingresó Marcus Thuram, quien volvió tras su lesión muscular.
En la acción siguiente, la sorpresa se instaló en el Giuseppe Meazza, cuando Retegui habilitó al portugués Vitinha para el 2-2 de Genoa. Pero el juez anuló la conquista por fuera de juego del excompañero de Sánchez en Olympique de Marsella.
Entonces comenzaron los problemas para los lombardos. Perdió muchas veces la pelota en el medio y los cambios de Gilardino le dieron un nuevo aire a Il Grifone, especialmente en las bandas.
Pero el marcador no se movió más. Un nuevo triunfo de Inter de Milán que lo acerca un poco más al Scudetto.