Recién comienzan los Mundiales de Atletismo de Doha y las postales que ha dejado la jornada ya dan la vuelta al globo. Y sin duda la que más ha conmovido es la que protagonizó el bisauguineano Braima Dabó y el arubeño Jonathan Busby.
En la primera serie clasificatoria a la final de los 5.000 metros, Busby, un atleta amateur que jamás había corrido esta prueba, comenzó a desvanecerse en los últimos 250 metros. Ya había sido superado por el pelotón por dos vueltas, pero quería terminar.
Ante la agonía del improvisado mediofondista, Dabó -otro que iba mal en la carrera- lo tomó para apoyarlo a continuar y llegar a la meta, emocionando a todos los presentes en el Khalifa Stadium ante el ejemplo de deportividad.
Pese a completar los 5k, el tiempo del arubeño no fue válido, pues la IAAF no permite ayudas como la que recibió. Quien sí terminó fue Dabó, que remató último, con 18'10"87, paradójicamente su mejor marca personal. El primero fue el etíope y gran favorito, Selemon Barega (13'24"69).