Andrea Bocelli, como la mayoría de los intérpretes italianos es un fanático del fútbol. El tenor, acaso la gran estrella de esta edición del Festival de Viña del Mar, es un hincha declarado del Inter de Milán, club al que sigue desde pequeño.
“El fútbol me ha gustado siempre, desde niño, cuando estaba en el internado y escuchaba Tutto il calcio minuto per minuto (”Todo el fútbol minuto a minuto”) en una radio portátil. Es la gran pasión de todos los italianos, uno no se cansa de ella nunca. Es una forma de seguir siendo niño, incluso a mi edad. Me hice seguidor de verdad del Inter cuando el equipo era muy potente y lo ganaba todo. Tenía un plantel fantástico, lo recuerdo perfectamente, como todo hincha del Inter que se precie: ¡Sarti, Burgnich, Facchetti, Bedin, Guarneri, Picchi, Jair, Mazzola, Domenghini, Suárez, Corso!”, contó hace unos años en una entrevista para la FIFA.
Es por eso que no es casualidad que en sus atuendos lleve algo distintivo con el club de sus amores, donde brillara Iván Zamorano y donde actualmente Alexis Sánchez busca doblarle la mano al destino con grandes actuaciones. En 2018, incluso, llegó a un entrenamiento en Appiano Gentile y le cantó a todo el plantel nerazzurri. Además, mantiene una gran amistad con Javier Zanetti, vicepresidente del club.
Un gesto de fanatismo
En su presentación en Viña apareció con una vistosa chaqueta negra y azul, los mismos colores del cuadro lombardo, para abrir el aplaudido show en la Quinta Vergara, que le valió una estruendosa ovación durante esta segunda noche del certamen de la Ciudad Jardín.
La pasión del tenor también se la ha traspasado a su descendencia. “Sí, se lo he transmitido a mis dos hijos, Amos y Matteo (quien también se presentó en el escenario viñamarino junto al cantante), y admito que estoy intentando hacerlo también con mi hija de ocho años, Virginia, aunque no parece que le interese mucho. Ser del Inter en los últimos años ha traído bastante sufrimiento, porque es un equipo que siempre hace sufrir”, reveló en aquella ocasión.
El fútbol también tuvo que ver con un momento difícil de su vida, pues, cuando tenía 12 años, un pelotazo en el ojo aceleró su proceso de ceguera, que era inexorable, debido a un glaucoma congénito.
Bocelli, además, ha estado vinculado estrechamente a la Nazionale Italiana Cantanti, que es una agrupación de cantantes italianos fundada en 1981 y liderada por Eros Ramazzotti y Gianni Morandi, entre otros notables artistas, quienes organizan partidos de fútbol en distintas ciudades de la península, para ir en ayuda de diversas causas solidarias.