Los duelos por Copa Chile, ante el aguerrido General Velásquez, le dejaron varias lecciones al nuevo adiestrador de Universidad de Chile, Diego López. La primera de ellas es que Cristóbal Campos puede ser el portero titular de su oncena, por lo que se libera del lío que Hernán Galíndez mantiene con la concesionaria laica.
Pero lamentablemente para él, la permanencia del portero ecuatoriano en el plantel frena la otra enseñanza que obtuvo de ambos pleitos: debe contratar a un jugador de experiencia que cubra la plaza de lateral izquierdo y de esa manera apure el crecimiento de los jóvenes Marcelo Morales y José Castro.
¿Qué tiene que ver Galíndez con traer un refuerzo para la defensa? Hoy el Romántico Viajero no cuenta con cupo de extranjero para buscar en este mercado de pases a un jugador que provenga del fútbol internacional. Para peor, la apuesta de la sociedad anónima de repatriar a un seleccionado nacional se diluyó al primer intento.
Según cuentan en el Centro Deportivo Azul, se sondeó la posibilidad de convencer a Eugenio Mena que regresara a nuestro país, debido a que sólo le quedan seis meses de contrato con Racing de Avellaneda,. El formado en Santiago Wanderers avisó que desea terminar su vinculo con la Academia y luego abrirse a escuchar ofertas.
Dicho esto, Morales y Castro son las únicas alternativas, pues el mercado chileno no brinda muchas posibilidades en dicha plaza. El primero lleva 13 duelos jugados, todos ellos como estelar, y tiene sólo 19 años. Pero su desempeño no ha estado exento de críticas y por lo mismo fue marginado de Copa Chile y convocado al equipo de proyección que dirige Esteban Valencia, el cual enfrenta a Audax Italiano en la jornada de este miércoles.
Por su parte, Castro tiene 20 años y lleva ocho compromisos disputados (cuatro de ellos de titular) en la temporada y según el preparador físico de los estudiantiles, Alejandro Valenzuela, puede llegar a ser el Paolo Maldini chileno. “Mis compañeros me han molestado todos los días, entre broma y broma. El profe te muestra mucho, es un motivador. Me he sentido con la confianza que me ha dado, además comparándome como un jugador como él”, aseguró el jugador en rueda de prensa.
Más allá de las promesas, la regencia trabaja para armar el plantel que saque a la U de tres años de pesadillas y la vuelva a colocar en el sitial que su historia le marca. Pero para ello, la salida de Galíndez es fundamental y se están quedando sin tiempo.