La FIFA se salió con la suya. Después de varios rumores, la Federación Internacional confirmó en el exótico país africano de Ruanda los cambios para la Copa del Mundo de 2026. La misma que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México con 48 selecciones participantes en 40 días de campeonato.

Nuevo formato que divide opiniones en el mundo del fútbol. La Tercera consultó a 10 exmundialistas, entre ellos cuatro campeones del mundo. La mitad de ellos aprobó el novel invento del organismo con sede en Suiza, con argumentos tan simples como ampliar el abanico de equipos o el hecho de entregar más compromisos para el espectáculo.

En la otra vereda, los detractores hablaron de la salud de los protagonistas o el hecho de tener más partidos que, al final del torneo, pueden ser completamente irrelevantes para la competencia. Eso sí, todos coinciden en que debería acabarse el experimento de disputar los duelos entre noviembre y diciembre.

Una Copa más abierta

Una de las razones que más se escucha entre los exmundialistas es ese sentido de apertura que entrega una Copa del Mundo con mayor número de selecciones.

“No me desagrada el hecho de que jueguen 48 equipos. Es una visión de Mundial muy abierta, con más escuadras, que finalmente pueden hacer más atractivo el certamen más importante del fútbol”, explica Dino Zoff, campeón con Italia en España ‘82.

Néstor Clausen, ganador del título en 1986 con Argentina en México, también apoya la iniciativa. El exdefensor de Independiente cree que los cambios hay que respetarlos y que el tiempo dará los frutos necesarios.

“Uno debe de tener una visión positiva ante los cambios. Es un gran negocio para la FIFA como para las selecciones. No me parece mal que se agranden los grupos, hubo otras situaciones que fueron criticadas, pero al final funcionaron”, dice el transandino.

Una opinión muy similar a la de otro monarca planetario, el legendario Jairzinho, que ganó el título con Brasil en México ‘70. Según el exdelantero, quien anotó en cada uno de los siete encuentros en esa Copa del Mundo, no será un sacrificio disputar un partido más.

“Es una experiencia nueva y veremos qué es lo que pasa. La Copa del Mundo es un torneo en el que todos quieren jugar. Es cierto que será un número grande de participantes, pero también puede hacerle un favor al espectáculo. No creo que jugar una ronda más afecte mucho a los futbolistas, si antes eran siete ahora serán ocho”, sostiene el carioca.

Opciones para los modestos

El otro argumento que más suena para aprobar esta mega competencia es la oportunidad de tener a equipos que, casi siempre, quedaron en el camino en la lucha por esa ansiada fase final. Así, por ejemplo, adhiere a la idea el legendario Enrique Borja, el exatacante mexicano que lanzó a la fama el programa El Chavo del 8 y que participó con el Tri en Inglaterra 1966 y en su país en el ‘70.

“La FIFA está tratando de dar mayores oportunidades a selecciones de menor nivel, independiente de que haya más cantidad que calidad en el torneo. Porque los mejores siempre llegarán a las instancias finales. También es un incentivo para que los equipos mejoren. Ojalá que se fomente mucho el fútbol con medidas como esta”, advierte el compañero de Iván Zamorano en el canal TUDN.

Un razonamiento que también comparte el exdelantero Adolfo Valencia, quien disputó el Mundial de Estados Unidos de 1994 y Francia ‘98 en el plantel de la selección de Colombia. Para el “Tren”, la apertura de cupos de alguna manera democratiza la justa.

“Entrega posibilidades a más selecciones, es una buena manera de ampliar el abanico. Incluso, puede hacer las eliminatorias más competitivas, porque son más cupos para selecciones que, muchas veces, tienen buenos planteles, pero no les alcanza para llegar a la fase final de la Copa del Mundo. Tal como le ocurrió a Colombia, por ejemplo”, aterriza el exatacante de Bayern Múnich.

Clausen agrega que “esto también entrega mayores opciones a equipos que no siempre tienen opciones de estar en la fase final de una Copa del Mundo. Da también cierta alternancia en el fútbol. Se jugará en casi seis semanas, que es más tiempo, pero tampoco es tanto esfuerzo. Solo un partido más”.

Falta de competitividad

Sin embargo, las argumentaciones de los contrarios a este nuevo experimento son atendibles. Acá, el que más se repite es la falta de competitividad que tendrá el certamen con muchos equipos que llegarán solo a participar, sin verdaderas posibilidades de alcanzar las rondas finales de la competición.

“Me parece que son demasiadas selecciones. La Copa del Mundo es un torneo importante para todos y si tú llevas más equipos, podría bajar el nivel de la competencia”, opina Goran Vlaovic, tercero con Croacia en Francia 98.

A su vez, el balcánico explica que “en el Mundial tienen que estar los mejores. Si tú aumentas la cantidad de países las eliminatorias perderán su espíritu, la competitividad y también la calidad. Con 32 equipos no es fácil calificarse, ahora se abrirán otros 16 cupos y eso es demasiado. Se pierde el interés”.

El uruguayo Rubén Sosa, uno de los atacantes de Uruguay en Italia ‘90, también cree que el hecho de aumentar los cupos podría restar efervescencia al evento.

“Esto, de alguna manera, hará que muchos equipos de menor calidad puedan llegar a la fase final. De esa manera, también, se tendrán muchos partidos poco importantes en la primera fase del torneo”, dice el charrúa.

De la misma manera refuerza el argumento el peruano Oswaldo “Cachito” Ramírez, titular en México ‘70. “Irá como el 30% de todas las selecciones del planeta y eso es nivelar hacia abajo. Habrá muchos encuentros que pueden ser intrascendentes en la lucha por el título del campeonato”, aclara el incaico.

“Negocio de la FIFA”

La ampliación del campeonato derivará en mayores ingresos para el organismo internacional. Más días de competencia, mayores cuotas de pantalla y una mejor cantidad de utilidades en ingresos por marketing. Así responden los contrarios a esa inédita versión.

“Esto es otro invento de la FIFA. El único objetivo es llevar más marketing, más plata a sus finanzas. Se privilegia el tema económico sobre el deportivo. Con 48 equipos no estarán solo los mejores. Se quiere ayudar a la clasificación de algunas potencias que no asisten a todos los mundiales, como Holanda o la misma Italia, que hace dos versiones que no está en la competencia”, advierte Rubén Sosa.

En la misma línea, “Cachito” Ramírez agrega que “lo hacen para beneficiar a Europa por sobre Sudamérica. Creen que con esto están dando más opciones a equipos menores y eso no es tan así. Todo es para favorecer los ingresos de la FIFA, nada más que eso”.

La salud de los jugadores

Al margen de las consideraciones económicas, una de las grandes preocupaciones de los encuestados es el esfuerzo de los futbolistas.

“Son demasiados equipos. Seis semanas de competencia es mucha exigencia para los jugadores. No se puede exprimir a los futbolistas como si fueran máquinas. Con una competencia tan larga se pierde el espíritu de competitividad y se lleva al límite físico de los jugadores, los verdaderos animadores de este espectáculo”, considera Miguel Pardeza, quien jugó con España en Italia ‘90.

Las mismas consideraciones que describe Thomas Berthold, campeón con Alemania en Italia ‘90: “Para mí, 48 equipos es demasiado para una competencia tan importante. Un torneo de seis semanas es un trabajo demasiado duro para los futbolistas. No es una situación ideal y se debería reconsiderar”.

Vlaovic complementa que “la FIFA es la única institución que gana con este tipo de medidas. Tampoco piensan en la salud de los futbolistas para estos cambios”.

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