Por un lado, los italianos empujando buscando un gol que les diera oxígeno. Por el otro, los suecos sosteniéndose como podían, aferrados a la ventaja de la ida. Pitazo final. El peor de los pronósticos para el tetracampeón del mundo: afuera del Mundial por primera vez desde 1958, el organizado por Suecia, una cruel paradoja. La caída de una de las potencias del fútbol mundial se puede mirar desde muchas aristas, que van más allá de la Azzurra.
"La única explicación es que terminó un ciclo de jugadores importantes y ahora mismo el nivel de la selección es inferior. Es un problema grave", dice a La Tercera Carlo Laudisa, de La Gazzetta dello Sport. Los factores del fracaso son varios, partiendo por la banca. Gian Piero Ventura es uno de los blancos preferidos a la hora de encontrar responsables.
En un principio, cuando llegó en reemplazo de Antonio Conte, era una dupla con Marcello Lippi, pero el campeón del mundo en 2006 dimitió, por lo tanto el ex Torino asumió solo. "Después de la derrota con España (2 de septiembre), Ventura perdió su autoridad en el grupo, entonces los viejos no creían en él y los jóvenes no tenían cabida. ¿Si era un técnico para Italia? Los hechos dicen que no", agrega Laudisa. Una de las premisas del proceso era darle un estilo al seleccionado, cosa que no ocurrió. También le penó a Italia la falta de una figura que desequilibrara, que se echara el equipo al hombro. Ya no están Baggio, Del Piero, Totti o Pirlo. Con la eliminación, dejaron la selección Buffon, De Rossi y Barzagli.
La falta de alternativas de peso ha permitido que se unan nacionalizados, como el brasileño Jorginho, quien debutó en el día de la debacle. "El Mundial no lo hemos perdido hoy (lunes), lo perdimos hace 15 años. Gracias a la ley del trabajo llegaron a Italia paquetes de cada parte del mundo a quitarle injustamente el puesto a nuestros chicos", manifestó el zaguero Paolo Cannavaro, hermano de Fabio.
Los resultados no han estado a la altura de su estampa desde que se coronaron en Alemania 2006. Si ese año terminaron segundos en el ranking FIFA, hoy están 15º. En septiembre pasado fueron 17º, su peor ubicación desde que existe la clasificación. En los últimos dos Mundiales fueron eliminados en la fase de grupos y ganando apenas un juego (a Inglaterra, en 2014).
Lo ocurrido con la Azzurra ha hecho mirar también a la Serie A, que se ha quedado estancada en comparación con las otras ligas potentes, ya sea en poder económico (como la Premier) o en resultados en competencias internacionales (como España). Por los palos se metió Francia, con el impacto que generó el arribo de Neymar. Eso es la fotografía de hoy, pero el declive del Calcio surgió en el 2006, otra paradoja cruel.
El título del mundo maquilló el escándalo del Calciopoli, cuando se conoció que algunos clubes, como la Juventus, intervinieron para influenciar en resultados de la liga a través del arbitraje. La imagen del torneo se desplomó. Si en los años 90 era un lujo, hoy deben competir desde atrás con el peso de Inglaterra, España y Alemania. Además, debido a malos índices económicos, grandes como Inter y Milan tuvieron que ser comprados por magnates asiáticos. En la liga, mucha competencia no hay: Juventus lleva siendo campeón hace seis campañas.
El ministro de Deportes italiano, Lucca Lotti, habló de 'refundación': "Está claro que hay que refundar el mundo del fútbol, y que hay que tomar decisiones que quizás no se ha tenido la valentía de tomar los últimos años". Hoy está agendada una reunión de la federación, en donde se discutirá el futuro de la selección, que verá el Mundial por TV. Igual que Chile.